En las últimas horas, una sanjuanina reconoció ante las autoridades haber prostituido a su propia sobrina. La mujer la entregaba a un vecino que, a cambio, le daba cervezas. Por este caso, ella deberá cumplir con una década de cárcel.

Todo sucedió entre los meses de abril y agosto de 2024. En ese momento, esta mujer, de la que no se revela la identidad para proteger a la víctima, estaba encargada de cuidar a su familiar de 17 años de edad.

Ella había llegado a un acuerdo con un hombre que vivía a metros de su casa. El mismo consistía en que la mujer permitía que él tuviera relaciones sexuales con su sobrina con discapacidad, a cambio de la mencionada bebida alcohólica.

A la víctima la engañaban diciéndole que debía ir a la casa de este sujeto “a tomar gaseosa”, pero terminaba siendo abusada. Luego de que la investigación por parte del Ministerio Público Fiscal la dejara entre la espada y la pared, la responsable se declaró culpable. 

Con el objetivo de recibir una pena más leve, la mujer reconoció haber cometido los delitos que le endilgaron. Se trataba de facilitación a la corrupción de menores agravada, en calidad de autora. Por este motivo, pasará los siguientes 10 años privada de su libertad en el Servicio Penitenciario Provincial.