Qué nos puede decir de las tendencias un catálogo de juegos

viernes, 14 de diciembre de 2018 · 11:42

Ahora que la Navidad empieza a abrirse paso tras la campaña de Black Friday, los espacios publicitarios se llenan de juguetes, juegos, perfumes y diferentes caprichos de cara a las compras navideñas. Aparte de para generarnos impulsos de adquirirlo todo, los catálogos, ya sean en papel o a través de páginas web y servicios online, nos sirven para hacernos una idea de qué es lo que, en general, busca la sociedad, aparte de generar un retrato social.

En el panorama de los juguetes, demuestra que aún queda mucho por hacer en cuanto al sexismo, ya que año tras año el rosa es el color de las más pequeñas y muchos de los juguetes van orientados a estereotipos de su papel en la sociedad, si bien los niños no se quedan atrás con sus roles orientados al motor, la mecánica o el fútbol. Entre tanto tópico, sin embargo, empiezan a aflorar otro tipo de diseños o planteamientos de juegos ligeramente más intelectuales.

En cuanto a los juegos a través de internet, las máquinas tragaperras online nos arrojan un retrato del público más adulto en el que siguen gustando las historias de hadas, faraones y caballeros, pero también hay un sector que reivindica que el rock nunca muere, con juegos homenaje a Jimi Hendrix entre otros. Los caballeros y vikingos no sólo están presentes es este tipo de juegos, sino que son muy recurrentes también en títulos de batallas de cartas como Clash Royale.

En el mismo sector del juego descubrimos que cada vez el cine y los videojuegos están más estrechamente relacionados. Lanzamientos como el de hace dos meses de Spider-Man, uno de los estrenos de videojuegos más esperados de 2018, dejan claro que este idilio funciona, más aún si hay cómics o súper héroes en la receta. Títulos como Planet of the Apes o Emoji Movie vienen directamente de acuerdos comerciales entre desarrolladores de juegos y productoras de cine. Esto revela que cada vez nos implicamos más en lo que consumimos: si jugamos, si leemos, queremos ver una película sobre ello; si vemos una película y nos cautiva, también buscamos la manera de prolongar el disfrute a través de un videojuego. El merchandising es, en este caso, la guinda a uno de los pasteles más lucrativos que se han cocinado en las últimas décadas.

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