Línea 144:

¿Cómo funciona el equipo que recibe las llamadas por violencia de género en Argentina?

La denuncia por abuso sexual de la actriz Thelma Fardín disparó las llamadas de mujeres a la línea estatal que ofrece ayuda en estos temas.
jueves, 20 de diciembre de 2018 · 18:12

La mañana del 12 de diciembre —un día después de la denuncia de Thelma Fardín que conmociono al país—, en la Dirección General de la Mujer de la ciudad de Buenos Aires, los teléfonos no dejaron de sonar: un aluvión de continuos llamados sin descanso colmaron, por primera vez, la oficina estatal ubicada en la calle Balcarce 362, a unos metros de la Casa de Gobierno.

De un lado, se hilvanaban las confesiones de mujeres sobre violencia sexual, con abusos y agresiones físicas. Del otro, escuchándolas, listas para ayudar, las operadoras de la línea 144 contra la violencia de género.

"Se triplicaron las llamadas por casos de violencia sexual con un aumento del 1.200%, comparado con la semana anterior a la denuncia de Thelma. Es la primera vez que se nota muy claramente que, a partir de un hecho público, se intensifican a tal medida. Siempre cuando hay alguna marcha del 'Ni Una Menos' o es el 25 de noviembre (Día Internacional contra la violencia a la mujer), aumentan un poco y los medios publicitan más el 144. Pero esto fue inédito", confiesa Verónica Russo, directora de la Dirección General de la Mujer, desde su oficina y en diálogo con este medio. 

 

Su despacho queda en el cuarto piso del edificio público que depende del Instituto Nacional de Mujeres, principal órgano de control en Argentina en temas de género. Antes de ingresar, sobre un pasillo angosto, cuatro hombres con la cara arrugada y gestos tediosos aguardan el llamado de una psicóloga para ser atendidos.

"Están bajo supervención judicial por algún caso de violencia a las mujeres. Tienen que ser evaluados por un profesional", explica la directora. En su oficina hay una cuadro de Eva Perón y, colgada en otra pared, una pizarra con consignas pegadas del colectivo 'Ni Una Menos', el principal movimiento feminista del país

La línea se creó en julio de 2017 cuando la ciudad de Buenos Aires realizó un convenio con la Presidencia y la 144 alcanzó territorio nacional, abriendo otras sedes de operación en la región metropolitana. Su uso no tiene costo alguno e incluso puede realizarse desde celulares sin crédito para llamadas. Hoy en día cuenta con un equipo de 30 operadoras en turnos de entre seis y ocho horas, que reciben llamadas durante las 24 horas, los 365 días del año.

Russo destaca un punto importante en la operación cotidiana y es que esta no es una línea de denuncia, sino de contención, asesoramiento e información: "No podemos tomar denuncias porque eso le corresponde a la Policía. Si podemos guiar a la persona en todos los trámites que eso requiera. Además, hay mujeres que finalmente no llaman por miedo a que sea una denuncia formal y su nombre quede registrado, cuando el resguardo de la identidad de la que llama es primordial", asegura.

Todas las operadoras que componen el equipo —por protocolo— deben ser mujeres y profesionalesprovenientes de ámbitos como el derecho, la psicología o el trabajo social. "Mas allá de las perspectiva de género que tenemos cada una, existe una instancia de capacitación para reforzar la escucha activa de las empleadas al momento de atender los teléfonos. Aunque la mayoría de los llamadas pertenecen a la violencia doméstica, puede haber casos de extrema urgencia, como avisarnos que el agresor está forzando la puerta de su casa para ingresar. Es una situación de alta tensión, pero el equipo está preparado para atender", finaliza la directora. 

Al otro lado de la línea

El teléfono suena en la línea 144. Del otro lado, la voz temblorosa de una mujer pide ayuda. Su ex pareja la acosa y ahora está afuera de su casa, con un bidón de nafta en la mano. Prometió quemarla. La operadora contiene a la mujer y, de inmediato, marca al 911. Un móvil policial, en menos de cinco minutos, llega hasta la casa y detiene al presunto agresor. 

La escena, afirma Cristina Marrón, licenciada en trabajo social y coordinadora de las operadoras, es esporádica pero habitual: "La gran ventaja que tenemos en este organismo es que cuenta con muchos centros integrales de seguimiento, pertenecientes a cada barrio, y donde pueden asistir con otras herramientas a las mujeres que nos contactan con diferentes grados de urgencia. Por ejemplo, están las unidades convivenciales de refugios que se usan para resguardar a la víctimas de violencia con amenazas de muerte", detalla Marrón.

El efecto de la denuncia de Thelma contra el actor Juan Darthés sorprendió también a Marrón, quien asimiló lo ocurrido con la primera marcha de Argentina por el 'Ni una Menos' en 2015: "En aquel entonces no existía la línea y aunque había otros organismos que recibían testimonios, era difícil medir con exactitud la problemática puntual para los distintos tipos de violencia", explica. 

Las operadoras también se sienten atravesadas por los llamados de alto riesgo luego de cortar con la persona. Pero, explica la coordinadora, sólo pueden volver a contactar a la mujer si es que la misma autorizó el seguimiento de su caso.

"Si evaluamos alguna circunstancias de riesgo o entendemos que la víctima cuenta con pocas herramientas internas y que, por la situación de confusión o de angustia, no comprendió las indicaciones, en esos casos la profesional evalúa si le pregunta a la mujer por la posibilidad de realizar un nuevo contacto más adelante. Solo entonces volvemos a hacer un llamado a algún número personal, para empoderarla de algún modo", afirma la licenciada y agrega que cada 15 días realizan reuniones de equipo para revisar las últimas llamadas a la línea. 

El lugar de trabajo de las operadoras no se diferencia a un 'call center': hay ocho cubículos en cuyas paredes azules hay pegadas distintas indicaciones y números para trasferir la llamada en caso de que lo requiera o informar a la persona dónde puede comunicarse; también hay computadoras y, por su puesto, auriculares. 

Cubículo de trabajo de la línea 144.

Mariana —por cuestiones del protocolo de seguridad no puede mencionarse su apellido— ingresó hace un mes al equipo de las operadoras. Es abogada y proviene de un centro integral de atención a la mujer, ubicado en un asentamiento informal conocido como 'Villa 31'. Recuerda que el día posterior a la acusación pública que hizo 'Actrices Argentinas', las llamadas fueron, en su mayoría, por abusos sexuales.

"Fueron una tras otra. No parábamos de recibir llamadas un segundo. Eran por hechos de violencia sexual. Recuerdo el caso de una mujer mayor que llamó para denunciar una violación de hace 20 años. Nuestro rol es asistirlas en todo lo que podamos y, sobre todo, escucharlas. Porque a veces ya no se puede hacer nada desde lo legal y es cuando nuestra empatía, al ser también mujeres, se activa. Nos toca muy de cerca todo esto", expresa la operadora. 

Pero el momento de atender los teléfonos no es solo cuando las trabajadoras de la 144 ofrecen su ayuda a otras mujeres. Afuera, cuando cada una cuelga su línea, también prestan su oído: "Somos todas feministas. Es imposible no ayudar a una mujer cuando lo necesite. Siempre hablamos con el equipo de todos los casos que nos llegan fuera de nuestro trabajo. Al saber que una se dedica a dar este tipo de asistencia, las consultas vienen de muchos ámbitos. Desde alguien que te habla por alguna red social o a través de un familiar o amigos. Incluso en la fila de un supermercado. Por suerte son tiempos para hablar y nosotras estamos dispuestas a escuchar", enfatiza Mariana.

Las cifras en aumento

Hasta la confesión de la actriz Thelma Fardín —que relató un supuesto abuso sexual a los 16 años por su compañero de profesión Juan Darthés— la cantidad de llamadas a la línea 144 no superaban las 2.000 por día. El miércoles 12 de diciembre, un día después, llegaron 3.423. Al día siguiente, jueves, 3.448 y el viernes, donde fue el número más alto, fueron 3.661 contactos de mujeres. La mayoría por temas relacionados con abusos. 

En Argentina, la violencia sexual, según la Ley N°26.485, representa cualquier acción que implique la vulneración a la mujer en todas sus formas, con o sin acceso genital durante la agresión. También contempla el derecho de la mujer a decidir, voluntariamente, acerca de su vida sexual o reproductiva. Así, todas las amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación para obligar a alguien a mantener relaciones serán penadas por la Ley.

Asimismo, aumentaron considerablemente —según las cifras del Instituto Nacional de Mujeres— las denominadas consultas de género: personas que sin referir a casos puntuales de violencia, se comunican con la línea para resolver dudas sobre qué implica la violencia contra las mujeres.

Generalmente, las consultas de género representan el 14% del total de llamadas recibidas diariamente, por eso se destaca que desde el 12 de diciembre asciendan a más del 20 %, registrándose el mayor porcentaje los días jueves 13 y viernes 14 (24%.).

El presidente de la Nación, Mauricio Macri, luego del impacto en la sociedad de la acusación a Darthés (denunciado penalmente), se comprometió a trabajar para erradicar la violencia hacia las mujeres en todas sus formas.

Fuente: Actualidad RT







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