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Fue al médico por una tos y le amputaron las dos piernas y un brazo

Una enfermera de 51 años ingresó al hospital por una carraspera y sensación de debilidad pero su vida cambió para siempre por un diagnóstico casi mortal.
viernes, 13 de septiembre de 2019 · 18:34

Jayne Carpenter, una enfermera de 51 años, fue al hospital tras una fuerte tos y sensación de debilidad en el cuerpo. Al ingresar al nosocomio fue diagnosticada con una sepsis que podría haberle costado la vida.

La mujer oriunda de Merthyr Tydfil, Gales del Sur, relató ante medios británicos que sus primeros síntomas fueron falta de aliento, dificultades para caminar y malestar en la zona de la garganta. Carpenter afirmó que pese a esto no fue al médico, debido a que “no quería armar un escándalo”.

Cuando finalmente consultó a su doctor de cabecera, este le aconsejó que fuera a hacerse ver por especialistas. La mujer se encontraba en las primeras etapas de una sepsis mortal.

Según precisaron fuentes locales, el cuerpo de Jayne había reaccionado exageradamente a una gripe y por ese motivo comenzó a apilar sus propios tejidos. Una noche, de buenas a primeras, entró en coma cuando sus órganos comenzaron a fallar debido a un shock séptico.

La enfermedad

La presión arterial de Carpenter había caído a un nivel peligrosamente bajo debido a la sepsis, una respuesta inmune violenta a una infección. Su cuerpo había desarrollado pequeños coágulos de sangre en sus vasos sanguíneos, lo que impedía que el torrente fluyera a sus dedos, manos, brazos y piernas.

Jayne pasó nueve semanas en coma en el hospital, luchando por su vida. A Rob, su esposo, le dijeron que su cónyuge moriría a menos que le realizaran múltiples amputaciones.

En total, le fueron extraídos su brazo izquierdo debajo del codo, sus dos piernas y cuatro dedos en su mano derecha. “Ha sido completamente devastador y me ha cambiado la vida. Tener sepsis es algo que nunca predices que te sucederá. Puso mi mundo al revés”, aseguró la valiente enfermera.

La mujer afirmó que se encontró sumida en una fuerte depresión y regularmente considerada en el suicidio como una alternativa. Sin embargo, dejó todos esos fantasmas atrás y ahora se encuentra ahorrando para adquirir prótesis más complejas que le proporcionen mejor movilidad.

Fuente: Crónica

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