"Vamos a mostrar el ejemplo de alegría, fuerza y civilidad de Brasil", dijo Rousseff en una ceremonia de inauguración de obras en Belo Horizonte (sudeste), una de las 12 ciudades sede de la Copa del Mundo.

"Tengo la seguridad de que la Copa también va a ser una fiesta, y es fundamental que la mayoría de la población brasileña tenga derecho de disfrutar de esta gran fiesta", aseveró.

Las declaraciones de la mandataria ocurren en momentos en que trabajadores del metro de Sao Paulo mantienen una huelga que amenaza el buen desarrollo del torneo, ya que este medio de transporte es fundamental para llegar al Arena Corinthians, estadio sede de la inauguración del Mundial.

Además, una serie de manifestaciones están previstas para los próximos días, en demanda de los altos gastos que demandó la organización del Mundial.

En junio del 2013, más de un millón de personas salieron a las calles durante la Copa Confederaciones, protestando por mejoras en el transporte, salud y educación.

La gobernante ya dijo que las manifestaciones están permitidas, pero que estas no pueden interrumpir el Mundial.

Rousseff, favorita para ser reelecta en los comicios de octubre, también publicó un artículo sobre la Copa difundido en el blog de Palacio de Planalto, sede de gobierno, y dirigido a la prensa internacional.

"En las doce ciudades sede de la Copa, los visitantes podrán convivir con un pueblo alegre, generoso y hospitalario", aseguró, y dio la bienvenida a los hinchas extranjeros.

FUENTE: AMBITO.COM