EE. UU. atacó sitios nucleares en Irán: “Esto dejó de ser una guerra localizada”
El politólogo Sergio Guzmán analizó el conflicto en Medio Oriente y advirtió que la intervención norteamericana profundiza una escalada que ya involucra a varias potencias.
Los recientes ataques de Estados Unidos contra instalaciones nucleares en Irán volvieron a encender las alarmas en el tablero geopolítico internacional. Para el politólogo Sergio Guzmán, el conflicto entró en una nueva fase de escalada, que ya no puede ser considerada como una disputa localizada.
“La situación en este momento es absolutamente delicada, porque esto dejó de ser una guerra localizada para ser una guerra regional. Ahora Estados Unidos está directamente involucrado”, aseguró en diálogo con Canal 13.
Según Guzmán, el trasfondo político y estratégico detrás de la intervención norteamericana responde, en parte, a una necesidad de “desviar el foco de la atención mediática”, al tiempo que cuestionó la legalidad de la ofensiva. “La Sección 8 del Artículo 1 de la Constitución de Estados Unidos indica que este país necesita del apoyo del Congreso para entrar en una guerra, y acá eso no existió. ¿Cuál era la urgencia en la otra esquina del planeta?”, planteó.
El analista también cuestionó la doble vara con la que se mide la acción militar en el ámbito internacional. “El ataque de Rusia a Ucrania —que lo tiene al lado— es malo. Pero este ataque preventivo a Irán es considerado bueno. Las percepciones de amenaza son manipulables y contradictorias”, señaló.
En ese sentido, Guzmán hizo referencia al contexto interno de Israel y a la presión ejercida por su primer ministro. “Uno ve a un Netanyahu que no puede ir a algunos países porque es acusado de crímenes de guerra, pero tiene un poder tal que hasta arrastró a Donald Trump a una guerra que no estaba en sus planes”, afirmó.
El analista también recordó declaraciones recientes del expresidente estadounidense, quien “le dio dos semanas a Irán para negociar, y de manera intempestiva se lanza este ataque”, lo que, a su entender, responde a intereses más políticos que estratégicos.
Por último, Guzmán expresó su preocupación sobre el rol de la Argentina en este contexto internacional: “La gestión actual se alinea de forma automática, sin margen de autonomía. Es terrible el achicamiento que eso implica para nuestra política exterior”, concluyó.