El escándalo sexual paraguayo suma un nuevo capítulo
El presidente de Rubio Ñu, Antonio González, se entregó a la justicia y quedó inmediatamente detenido.
Sumó un nuevo capítulo el escándalo sexual que sacudió al fútbol paraguayo, el presidente de Rubio Ñu, Antonio González, cedió ante la presión y se entregó a las autoridades, luego de la orden de arresto en su contra emitida el 13 de febrero pasado. Ya entregado a la justicia, el Ministerio Público inició la causa y lo imputó por trata de personas con fines de explotación sexual y laboral, luego de que Bernardo Caballero realizara una denuncia pública al mostrar imágenes en donde el futbolista y el dirigente mantenían una relación sexual.
De esta manera, el titular de Rubio Ñú quedará encarcelado por cinco días y hasta tanto no se emita un informe de un médico forense que decidirá si González podrá obtener la libertad o seguirá tras las rejas. Respecto al tiempo que tardó en entregarse, el dirigente señaló en medios periodísticos del país que "mi notificación llegó el 22 de febrero y después se suspendió porque el juzgado estaba de turno, se pasó para el día siguiente y el 23 me presenté". Ahora, deberá enfrentar la investigación que hará la justicia y podría recibir una pena de hasta 18 años de prisión.