El nuevo papa León XIV trajo al Vaticano simbolismos que Francisco dejó de lado
Se trata de la vestimenta que León XIV usó desde el minuto 1 en que fue dado a conocer ante el pueblo católico. Francisco decidió, en su presentación, usar únicamente su túnica blanca y un rosario.
El acto del papa León XIV, durante su presentación ante el pueblo este jueves, llegó con el símbolo de un Papa que no solo se viste de blanco, sino que también viste de esperanza, de continuidad y de compromiso pastoral.
Da la impresión de que León XIV considera que la cruz no necesita del oro, pero que el oro puede honrar la cruz. En esa visión del ritual y del simbolismo litúrgico, podría caber el perfil de un futuro pontífice: sobrio en el corazón, pero sin miedo al esplendor como gesto de lo sagrado.
Ahora, al frente de la Cátedra de Pedro, León XIV enfrenta otro tipo de desafíos: los de una Iglesia que debe unirse en medio de las tensiones del mundo moderno.
En Roma, se sabe, los gestos pesan tanto como los dogmas. Este Papa eligió los suyos con precisión quirúrgica: vestirse como antes, pero hablar como hoy. No negó la herencia de Francisco, pero la envolvió en terciopelo cardenalicio. No renunció al espíritu conciliar, pero le devolvió al papado su teatralidad mística.