Italia fue epicentro de un fuerte caso de femicidio. En los últimos días se conoció que Martina Carbonaro, una adolescente de 14 años, que era intensamente buscada desde el 26 de mayo, fue hallada sin vida en el interior de un armario en un edificio abandonado en Afragola, cerca del estadio Moccia. Por el crimen, la Fiscalía de Nápoles Norte emitió una orden de arresto contra su ex pareja, Alessio Tucci, de 18 años, quien confesó haberla asesinado.

La búsqueda de la menor comenzó tras la denuncia realizada por su madre durante la madrugada del 27 de mayo. La investigación, coordinada por la Fiscalía y la Prefectura de Nápoles, derivó en un operativo conjunto de los Carabinieri de Casoria y la unidad de investigación de Castello di Cisterna, quienes finalmente localizaron el cuerpo.

Desde un primer momento, las sospechas recayeron sobre Tucci, un joven de Afragola que había sido pareja de la víctima. Tras varias horas de interrogatorio en la comisaría, el joven admitió haber cometido el femicidio al no aceptar el fin de la relación. Las cámaras de seguridad de la zona fueron clave en la reconstrucción de los últimos movimientos de Martina y en la identificación del presunto asesino.

Fuentes cercanas a la causa indicaron que el asesinato habría sido cometido de manera violenta, posiblemente a pedradas. Luego del crimen, el acusado escondió el cuerpo en un viejo armario dentro del edificio en ruinas donde fue encontrado.

El último contacto de Martina con su familia fue alrededor de las 20:30 del 26 de mayo, cuando llamó para avisar que regresaría pronto a casa. Vestía jeans y una remera negra, y había salido a tomar un helado con una amiga. La joven nunca antes se había ausentado sin avisar, lo que incrementó la preocupación de sus padres con el correr de las horas.