Minutos después de las 14 de este de jueves 8 de mayo el protodiácono Dominique Mamberti, anunció que el cardenal de Estados Unidos, Robert Francis Prevost,  fue elegido como nuevo papa de la Iglesia Católica. Este nuevo líder del catolicismo promovido por el pontífice argentino Jorge Bergoglio. El nuevo líder vivió mucho tiempo en Perú, se lo considera un hombre cercano al pueblo aunque de perfil conservador. 

Prevost nació en Chicago en 1955, fue criado en una familia católica de raíces obreras, Prevost ingresó a la Orden de San Agustín. En su juventud, estudió filosofía y teología en la Catholic Theological Union y posteriormente en Roma, donde se doctoró en Derecho Canónico.

Fue ordenado sacerdote en 1982 y pronto comenzó a misionar fuera de Estados Unidos. Habla español fluido, su sensibilidad con la cultura latinoamericana y su proximidad al pensamiento de Francisco lo convierten en un candidato de continuidad.

En sus redes, Robert Prevost tiene fotos con su predecesor Jorge Bergoglio.
En sus redes, Robert Prevost tiene fotos con su predecesor Jorge Bergoglio.

Vivió muchos años en Perú, por eso habla español fluido, se dice que tiene gran sensibilidad con la cultura latinoamericana y se considera que es un hombre cercano al pensamiento de Francisco. 

Sus primeros años ministeriales los ejerció en Perú, fue misionero en una región pobre del norte del país, en la diócesis de Chulucanas. Allí desarrolló una pastoral centrada en la cercanía, la formación de comunidades y la defensa de los derechos humanos, experiencia que marcó profundamente su vida. 

Desde 2023, ocupó el estratégico puesto de prefecto del Dicasterio para los Obispos, un rol que lo convierte en el principal asesor del pontífice en la designación de obispos en todo el mundo. Esa función, implicó la confianza explícita de Francisco y un mayor poder en la política vaticana. 

En cuanto a su estilo, se lo puede describir como un hombre sobrio, de tono pastoral antes que político, mientras que su perfil público es discreto, aunque con influencia tanto en América como en Roma.

Durante la gestión de Prevost en Perú fue cuestionado por presunto encubrimiento en algunos casos de abusos dentro de su diócesis. Aunque no hubo cargos formales, el tema llegó a los medios.