Este lunes 6 de mayo hicieron un importante juramento tanto los eclesiásticos como los laicos que trabajarán en el Cónclave. El mismo se realiza siguiendo los lineamientos de la Constitución Apostólica “Universi Dominici Gregis”.

Instantes antes de realizar la jura, todos los participantes recibieron una explicación detallada de a qué se estaban comprometiendo. Luego de esto, completaron el debido procedimiento ante la atenta mirada del cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo de la Santa Romana Iglesia, y de dos protonotarios apostólicos.

Este es el juramento en cuestión:

"Yo prometo y juro observar el secreto absoluto con quien no forme parte del Colegio de los Cardenales electores, y esto perpetuamente, a menos que reciba especiales facultades dadas expresamente por el nuevo Pontífice elegido o por sus Sucesores, acerca de todo lo que atañe directa o indirectamente a las votaciones y a los escrutinios para la elección del Sumo Pontífice.

Prometo igualmente y juro que me abstendré de hacer uso de cualquier instrumento de grabación, audición o visión de cuanto, durante el período de la elección, se desarrolla dentro del ámbito de la Ciudad del Vaticano, y particularmente de lo que directa o indirectamente de algún modo tiene que ver con las operaciones relacionadas con la elección misma.

Declaro emitir este juramento consciente de que una infracción del mismo comportaría para mí la pena de excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica.

Así Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mi mano".

Quienes participarán del cónclave, por lo que debieron realizar el juramento, son:

  • El secretario del Colegio Cardenalicio y maestro de Celebraciones Litúrgicas, monseñor Diego Ravelli.
  • Siete ceremonieros pontificios.
  • Un eclesiástico de confianza del cardenal que preside el Cónclave.
  • Dos religiosos agustinos encargados de la Sacristía Pontificia.
  • Confesores en distintos idiomas.
  • Médicos, enfermeros y ascensoristas del Palacio Apostólico.
  • Personal de limpieza y cocina.
  • Empleados de la Florería y técnicos de servicios.
  • Conductores que trasladan a los cardenales desde la Casa Santa Marta.
  • Dos oficiales de la Guardia Suiza Pontificia, responsables de la seguridad en la Capilla Sixtina.
  • El director de Seguridad y Protección Civil del Estado de la Ciudad del Vaticano, junto con parte de su equipo.