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Vio morir a su padre, no pudo despedir a su madre y quedó con sus 3 hermanas: un duro testimonio

Tamara Guevara es la hija mayor del matrimonio fallecido por Covid 19. Este martes habló en Paren las Rotativas, tras la tragedia que movilizó a San Juan.
martes, 15 de junio de 2021 · 23:52

Celina Rivas y Rodolfo Guevara murieron por coronavirus y sus 4 hijas –una recién nacida- quedaron huérfanas y con un gran problema económico que enfrentar. El caso conmovió a San Juan. Tamara Guevara, la más grande de las hermanas que tendrán que afrontar la vida sin sus padres, compartió su duro testimonio en Paren Las Rotativas.

“No salimos de una y ya estamos en otra, es muy duro”, dijo Tamara. Su voz es firme y se mantiene con entereza pese al momento que vive. El Covid 19 entró a su familia para destruirla, pero ella tiene clara su función: “Queda salir adelante por ellos y por mis hermanas”.

Celina Rivas, madre de Tamara, estaba embarazada cuando contrajo coronavirus. Las complicaciones que la enfermedad le generó obligaron a que tenga a su bebé antes de tiempo. Al dar a luz su estado era tan grave que no alcanzó a conocer a su hija y tuvo que ser intubada, para nunca despertar.

Mientras Celina estaba en coma, su esposo, Rodolfo Guevara, murió por Covid 19. Tamara tiene fresco lo que quizás sea el momento más duro que sus ojos deban presenciar: el fallecimiento de su padre. “Murió en mi domicilio porque no había camas y lo hicimos atender por el ESI. Estuvo con suero dos días con oxígeno y cuando se quedó sin el segundo oxígeno llamamos a la ambulancia para que lo busque y lo lleve. Pero le dio un paro y con mi abuela lo tuvimos que retener. Llegó la ambulancia del ESI y  la doctora, que estuvo mucho tiempo para ponerle el oxígeno, me dio una máscara de reservorio con algo que se aprieta para darle más oxígeno. Yo lo tenía y le hacía eso, mientras trataban de ponerle el suero, pero le dio otro paro y falleció”, narró la joven de 20 años.

Vio como el RCP que le hacían a su padre no sirvió para mantenerlo con vida. Pero la tortura no terminaría allí. Días después también murió su madre. Quedó a cargo de su abuela con sus tres hermanas: Juliana, de 17, Mía, de 11, y la recién nacida Martina.

Tamara lamentó que sus padres no conocieran a su última hija cuando “estaban muy contentos esperándola”. No obstante, aún en el dolor, sabe lo que le dirá a la bebé cuando crezca: “Les voy a decir a ella y a mis otras hermanas que los recuerden con lo mejor, que fueron unos excelentes padres, que dieron todo por nosotras y que ellos hubiesen querido estar con nosotros”.

La tristeza por la pérdida no es el único problema que tiene que enfrentar. La difícil situación económica en la que quedaron tras tener que cerrar el negocio de sus padres es una dura realidad. Para paliarla inició un pedido de donaciones con el que espera que puedan seguir adelante, al menos durante un tiempo.

Tamara compartió su CBU para quienes quieran ayudarlas con una donación de dinero. También dejó a disposición su número de celular por si alguien quiere comunicarse con ella.

CBU: 0720507188000036169854

Celular: 2644003006