País

Nahir Galarza bajó dos kilos por una huelga de hambre

La joven, encabeza una protesta en el Penal de Mujeres de Paraná para que vuelvan las visitas.
miércoles, 29 de abril de 2020 · 22:54

Por la mañana del martes, Nahir Galarza, condenada a prisión perpetua por el crimen de Fernando Pastorizo, inició una huelga de hambre en la Unidad Penal Número 6 de Mujeres de Paraná, según confirmaron fuentes carcelarias a Infobae.  

Según la versión, la protesta fue idea de Nahir, quien convenció a otras interinas a sumarse a las medidas, para reclamar por las visitas que fueron postergadas como en todas las cárceles del país para evitar el riesgo de la transmisión del COVID-19.

La joven de 20 años, lleva 45 días sin ver a sus padres Marcelo Galarza y Yamina Kroh, lo que la motivó a tomar las medidas. “Las internas firmaron un acta en la que dejan constancia que están en huelga de hambre por la prohibición de las visitas”, reveló una fuente penitenciaria al medio nacional.  Tanto Nahir como sus compañeras pidieron que al menos se permita la visita de un familiar por detenida.

Este miércoles y durante el martes, Nahir solo tomó agua. Además, le tomaron la fiebre y la presión arterial y la pesaron. Según los datos publicados por el medio porteño, la joven bajó dos kilos en dos días.

"Del mismo modo que al penal entran muchas personas, entre ellas la psicóloga, el personal penitenciario, la profesora de educación física, y no se toman recaudos, a las visitas pueden ponerle barbijo y tomarle la temperatura”, argumentaron en el acta las detenidas. La huelga será mantenida “hasta que haya una solución o respuesta favorable”.

Fuentes penitenciarias, confirmaron que “Nahir, es quien lidera esta protesta de manera pacífica”. A diferencia de los motines y revueltas que se dieron en los últimos días en otros servicios penitenciarios como Devoto, Melchor Romero o Florencio Varela en la Provincia de Buenos Aires.

La semana pasada, el abogado defensor de Nahir, José Ostolaza, pidió vía online la excarcelación de su defendida por considerar que no había riesgo de fuga y porque no había sentencia firme. El argumento del letrado, era que la joven podía cumplir parte de la condena en su casa hasta tanto no se normalice la situación sanitaria. Pero el pedido no tuvo eco y hasta generó polémica.

Voceros penitenciarios, contaron que Galarza, pasa sus días haciendo gimnasia, estudiando Psicología, escribiendo poemas, leyendo libros y hablando una vez por día a sus padres.