Un empleado de la Empresa Mayo dejó su camioneta en inmediaciones de calle Estado Israel, a metros de Mendoza, el martes por la noche y cuando volvió se encontró una "obra de arte". Tras su jornada de trabajo, fue a su vehículo y estaba bañado en pintura.

Cómo no tienen un lugar para dejar los vehículos, lo estacionó en la calle, en un espacio permitido. Sin embargo alguien se molestó y no solo arrojó la pintura para dañarlo sino que además dejó el tacho a pocos metros.

Dicha calle está atrás de la empresa y los vecinos suelen tirarles ramas, les ponen obstáculos o les hacen daño, según publicó Diario La Provincia.

Cabe destacar que, según el chofer, la camioneta estaba bien estacionada, porque no obstruía ningún puente ni molestaba el paso de nadie. Entienden que lo de esta ocasión es más que un hecho de maldad porque la pintura no sale.