Un bebé de tres meses se ahogó en una casa del Loteo Alto de Albardón y fue salvado gracias a la rápida intervención de dos policías que llegaron antes que la ambulancia. El hecho ocurrió cuando una vecina llamó al 911 desesperada al notar que el pequeño no podía respirar.

Los cabos Carla Zarzuelo, Isaia Flores y el agente Emanuel Sarmiento, de la Unidad Operativa Barrio Kirchner y la Comisaría 18ª, fueron los primeros en llegar al lugar. Encontraron al bebé “morado y sin respirar”, según relataron los propios efectivos.

De inmediato aplicaron la maniobra de Heimlich modificada para lactantes. Como el niño seguía sin reaccionar, realizaron compresiones torácicas mientras el agente Sarmiento intentaba despejar las vías respiratorias. Finalmente, lograron que el bebé comenzara a llorar, señal de que había recuperado la respiración.

Pocos minutos después, arribó la ambulancia del 107 y trasladó al niño al hospital Marcial Quiroga, donde quedó internado en observación.

Horas más tarde, los uniformados regresaron al domicilio para conocer el estado de salud del bebé. Como no encontraron a nadie, una vecina se acercó a contarles que el pequeño seguía hospitalizado pero fuera de peligro.

Según su testimonio, ese día la madre le había pedido que cuidara al bebé mientras iba a retirar a su otro hijo de la escuela. Cuando el menor se empezó a ahogar, intentó seguir las instrucciones del 107, pero aseguró que estaba muy nerviosa y no lograba entender lo que le decían. Por eso, agradeció profundamente la intervención de los policías.