Una enfermera del Hospital General Las Heras, en el departamento mendocino de Tupungato, fue imputada por lesiones leves culposas luego de haberle suministrado erróneamente clonazepam a un bebé de un año, que había sido llevado al centro asistencial por un cuadro respiratorio. El hecho ocurrió el pasado 20 de junio, pero la imputación formal se concretó este miércoles.

El sedante, que está indicado exclusivamente para adultos, generó una grave reacción en el niño, quien debió ser trasladado de urgencia al Hospital Pediátrico Humberto Notti, donde permanece internado bajo observación médica. Si bien su evolución es favorable, continúa en estudio para descartar posibles secuelas.

De acuerdo a la denuncia, el error ocurrió mientras se administraba la medicación al pequeño, aparentemente de forma intravenosa. Tras presentar síntomas inusuales, los médicos ordenaron estudios que confirmaron la presencia de clonazepam en el organismo del bebé, un fármaco de la familia de las benzodiacepinas, con potente efecto sedante.

Según trascendió, la enfermera reconoció su equivocación en el momento y lo notificó a las autoridades del hospital. Como medida preventiva, fue apartada de sus funciones, mientras la Fiscalía de Valle de Uco, encabezada por el fiscal Jorge Quiroga, inició una investigación por mala praxis médica.

Este miércoles, el Ministerio Público Fiscal formalizó la imputación por lesiones leves culposas, una figura que contempla penas excarcelables de entre uno y tres años de prisión. La profesional no fue detenida, ya que carece de antecedentes penales y el delito en expectativa es menor.

Tras haber permanecido algunos días en terapia intensiva, el niño fue trasladado a sala común y presenta signos de mejoría, aunque los médicos del Hospital Notti continúan con estudios para descartar complicaciones futuras. A su vez, el Cuerpo Médico Forense fue convocado para realizar una evaluación específica sobre posibles secuelas neurológicas o fisiológicas derivadas del contacto con el sedante.

El incidente pone nuevamente en el centro del debate la importancia de los protocolos de seguridad en la administración de medicamentos pediátricos. Aunque el error fue reconocido y comunicado a tiempo, las consecuencias potenciales de una dosis errónea en pacientes de tan corta edad pueden ser gravísimas.

Mientras la causa avanza en el ámbito judicial, el caso también será evaluado por los organismos administrativos del Ministerio de Salud de Mendoza, que podría aplicar sanciones disciplinarias adicionales según el resultado de las pericias y auditorías internas.

La enfermera continuará apartada del cargo hasta tanto se esclarezcan las responsabilidades y se determine el impacto definitivo en la salud del menor.