Empleo: el que se duerme, pierde

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan

Si a nivel nacional el desempleo subió a su peor nivel de los últimos 12 años y en San Juan bajó, en la comparación del segundo trimestre con el primero de este año tan difícil, parece recomendable tener sumo cuidado con las interpretaciones.

Los números presentan una realidad inapelable. Según los datos oficiales de INDEC, la desocupación llegó en el segundo trimestre al 9,6%. Esto significó un aumento de casi un punto porcentual respecto del mismo período del 2017. Y acumuló un alza del 2,4% en lo que va del año. Se trata del peor dato en los casi tres años de gestión de Mauricio Macri.

Si las cifras del organismo se proyectan a nivel país, cerca de 1.900.000 personas están sin trabajo y 2.100.000 se encuentran subocupadas.

La desocupación en San Juan registró en el segundo trimestre un 4,6%. Esta cifra significa un retroceso del 0,1% en la cantidad de desocupados con respecto al trimestre anterior.

Lo pasamos en limpio: mientras en el país hay cada vez más personas sin trabajo, en San Juan la tendencia es la inversa, cada vez hay menos comprovincianos desempleados.

Hay otro dato de contexto que acompaña el clima de alivio local. El mismo día que se conocieron los datos de desempleo de INDEC, el gobierno de Sergio Uñac apuntó fuerte contra las empresas contratistas y subcontratistas de la obra pública que se dan el lujo de tener trabajadores en negro. Van a endurecer los controles porque no hay excusas. En las licitaciones, obviamente, los valores oficiales incluyen aportes y contribuciones. No registrar a los obreros significa embolsar renta extraordinaria con fondos públicos, en perjuicio del laburante. No se puede explicar de otra manera.

Mientras a nivel nacional la pérdida de puestos de trabajo está en el borde de convertirse en tragedia, a punto de llegar a los dos dígitos, la preocupación en San Juan parece más enfocada hacia la calidad del empleo. Eso es positivo.

Pero el que se duerme, pierde. De la crisis y la recesión no se salva nadie. El subsecretario de Trabajo de la provincia, Roberto Correa Esbry, reconoció ayer en Banda Ancha que hay dificultades para insertar laboralmente a los jóvenes de entre 18 y 25 años que no tienen secundario completo o un oficio. Y mucho peor aún les va a los mayores de 40 años que por alguna razón se quedaron sin empleo. 

El espejo de esta situación es la avalancha de inscriptos para ingresar al Poder Judicial. O la conmovedora marea de sanjuaninos y sanjuaninas que acampó en las puertas del Palomar, en busca de uno de los 12 cargos no docentes de la UNSJ.

Otro dato nacional se conoció ayer: las automotrices suspendieron 5.500 operarios, por la caída de demanda y la acumulación de stock. Cuando la crisis llega a esta industria, el impacto llega a San Juan más temprano que tarde. Si no, preguntáles a los propietarios de Taranto. Y a sus empleados, al borde de la suspensión.

San Juan parece un remanso en el medio de la tempestad. Hay números que lo acreditan. Pero saben en el gobierno de la provincia -y nosotros también- que sería imperdonable bajar la guardia. Aunque resulte agotador.

JAQUE MATE