OPINION
Opositor se busca
La intensidad preelectoral está puesta en el abanico de herederos de Nasisi. En frente está solo Garbarino, pero también se abstiene de hacer críticas.Habrá vuelta de página en la Universidad Nacional de San Juan el año que viene, porque el actual rector, Oscar Nasisi, está impedido de ir por un tercer mandato consecutivo. Será fin de ciclo entonces, después de ocho años que tuvieron un temperamento bastante diferente al que le imprimió su antecesor, Benjamín Kuchen, quien estuvo 12 años al frente de la casa de altos estudios. Sin embargo, la sucesión esta vez amenaza con desdibujar el tradicional escenario de dos espacios en disputa.
Con cierto recato, estos grupos tuvieron identificación ideológica más volcada a la centroizquierda o a la centroderecha. Sin poner en tela de juicio nunca los principios de la educación pública, gratuita y laica, pero con algunos nichos que permitían reconocer esas pertenencias. Fue así como docentes, alumnos, personal de apoyo y egresados, históricamente encontraron su lugar con bastante naturalidad.
Nasisi no es un hombre de derecha si se analiza la columna vertebral de su gestión. Pero los memoriosos recordarán que su desembarco electoral por el Rectorado corría a Kuchen por la derecha. Se iba un dirigente que había cuestionado el modelo minero extractivista, abriendo a la universidad como foro de debate regional, con expositores que lisa y llanamente pedían expulsar a las grandes corporaciones. Con el cambio de conducción, también varió la perspectiva de la U sobre este tema. Vaya como ejemplo, porque podrían encontrarse muchas otras dimensiones en las que se visibilizan los matices.
Terminado el mandato de Nasisi a mediados del 2020, tendrá que asumir su reemplazante, elegido o elegida por el voto de las cinco facultades, la Escuela de Enfermería y el resto de las unidades académicas y de investigación. Hay un abanico muy diverso de eventuales candidatos y candidatas, aunque una sola aparece señalada como la oposición universitaria y es la decana de Filosofía, Rosa Garbarino.
La profesora, exministra de Educación de la Alianza, también terminará su segundo y último mandato como conductora de esa facultad. Tiene un grupo que la acompaña con fidelidad y, vista desde afuera, parece estar a la derecha de Nasisi. Nuevamente, vale aclarar: los matices ideológicos en la casa de altos estudios no son tan groseros como los vistos, sin ir más lejos, durante los debates de candidatos presidenciales.
Garbarino aclaró ayer en Banda Ancha que está de acuerdo con muchas cuestiones de la gestión de Nasisi y reconoció que hay que profundizar las medidas de contención de los estudiantes, para evitar la deserción. También se inscribió en la defensa de la educación pública, gratuita y laica. E invitó a sumarse a todos sin distinción de ideología, religión o incluso pertenencia política y partidaria. Entonces, ¿qué la hace opositora?
Básicamente un dato fuerte: ella es la única que está construyendo por afuera del grupo históricamente identificado con la centro izquierda o el autodefinido progresismo. Y allí las cosas parecen más complicadas, porque hay un número insostenible de pretendientes, con votos cruzados y un electorado que los mira desde la distancia prudente, hasta divisar con claridad quién quedará en carrera y quién terminará trastabillando a mitad de camino.
¿Son los herederos de Nasisi? Habrá alguno. Posiblemente el actual secretario de Obras de la U, Jorge Cocinero, pueda gozar de ese señalamiento. Pero el apoyo que llevó al actual rector al poder hoy está fragmentado, tanto que la verdadera pelea ya no necesita de un opositor, como antaño. Basta y sobra con la virtual interna que ya empezó.
Sin pretenciones de enumerar a todos y admitiendo que puede haber omisiones involuntarias, los nombres en juego son: la vicerrectora Mónica Coca en fórmula con el decano de Ingeniería, Tadeo Berenguer; el decano de Exactas, Rodolfo Bloch; el decano de Arquitectura, Roberto Gómez; el ex vicerrector y ex ministro de Gobierno Emilio Fernández; sin olvidarse de Cocinero. Se miran, se miden, se recelan. Garbarino los espera en soledad, pero sin cuestionar tampoco a Nasisi. Es como si la Universidad se hubiera quedado sin oposición.
JAQUE MATE