OPINION

No distraerse con pirotecnia

Al final del túnel hay una luz amarilla. La ven todos, desde adentro y desde afuera del modelo. No es momento de mirar para otro lado. Ni distraerse con pirotecnia típica de fin de año.
lunes, 11 de diciembre de 2017 · 11:03

Por Daniel Tejada

"Claudio Loser, ex funcionario del FMI, dijo hace algunos días que el país se encuentra en una "zona amarilla" por la intensidad del endeudamiento. Y le puso plazo a la carrera de Lebacs. No mucho más de un año queda para sostener el actual ritmo de emisión de títulos públicos.

Loser es un economista de la ortodoxia. Diríamos, del palo del equipo que hoy colabora con el presidente Mauricio Macri. Habría que inferir, entonces, que esta alerta amarilla no es desconocida dentro del gabinete. Tampoco es secreto para los funcionarios provinciales como Roberto Gattoni, el ministro de Hacienda de San Juan. El futuro en el corto plazo resulta, cuanto menos, inquietante.

Según el periodista de Página 12 David Cufré, el pecado original de la política económica de Argentina es la receta de endeudamiento y altas tasas de interés para atraer capitales especulativos. La lluvia de inversiones que sigue esperando el país.

El exitoso levantamiento del cepo cambiario, uno de los motivos de los reiterados cacerolazos en el último tramo de la gestión de la procesada ex presidenta, solo fue posible con esta peligrosa combinación de endeudamiento con exorbitantes tasas de interés.

La Argentina no genera los 45 mil millones de dólares brutos que se demandarán este año por compras de divisas de particulares y empresas, ni los 11 mil millones que saldrán por turismo al exterior, ni los 65 mil millones para financiar importaciones, ni los 2 mil millones que se irán por
remisión de utilidades de las multinacionales a las casas matrices.

Para cubrir el déficit se emite deuda. Y esto es tan peligroso que la calificadora aliada del gobierno, Standard & Poor’s, colocó a la Argentina como uno de los cinco países del mundo más vulnerables. 

La pregunta crucial que propuso Cufré fue y es: ¿Qué ocurriría si se cortara el flujo de la deuda o se bajaran las tasas? El periodista ensaya una respuesta de tinte apocalíptico, con remembranzas del 2001. Sin subirnos al pesimismo, tampoco podríamos obviar la luz amarilla.

Con tasas de interés que orillan el 30%, los capitales festejan la bicicleta financiera como actividad lícita de rentabilidad inigualable. Poner plata a producir y generar puestos de trabajo, en este país, en este momento, es jugar a pérdida. Con cierto recato lo reconoció el presidente de la Unión
Industrial de San Juan, Hugo Goransky, aquí en Banda Ancha.

Además, el aumento de la deuda pública conlleva un compromiso de pago para el Estado que se multiplica con los intereses. La única manera de cumplir es achicar el gasto. Y profundizar el ajuste. En esta lógica, encaja perfectamente la convocatoria a extraordinarias hecha por el presidente
Mauricio Macri para diciembre, para acelerar la aprobación del pacto fiscal, la reforma jubilatoria y la reforma laboral. 

Al final del túnel hay una luz amarilla. La ven todos, desde adentro y desde afuera del modelo. No es momento de mirar para otro lado. Ni distraerse con pirotecnia".


JAQUE MATE
 

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