OPINION

El cascabel al gato

Decir que la corrupción es parte solamente de la clase política, es de una falsedad tan grande como burda. Resulta que el hombre que cayó la semana pasada con unas 50 tarjetas de débito de beneficiarios de programas sociales de Nación era la punta del ovillo. La corrupción está tan enquistada que atraviesa a la sociedad por completo.
jueves, 28 de diciembre de 2017 · 13:40

Por Daniel Tejada

"Decir que la corrupción es parte solamente de la clase política, es de una falsedad tan grande como burda. Mucho más, pretender que hay partidos políticos intrínsecamente sucios y otros pulcros de pulcritud absoluta. Algún párrafo hemos compartido en este sentido y generó polémica en su momento, porque todavía hay quienes entienden que con el cambio de gobierno cambian nuestras conductas mágicamente.

Y nótese que hablo en primera persona del plural. Hablo del nosotros inclusivo. Porque quién podría poner las manos en el fuego que en nuestro sistema de corrupción social no hay empresarios involucrados. El caso Odebrecht parece el más indiscutible a esta altura de los acontecimientos. Pero sin llegar a esos montos escandalosos, la corrupción está impregnada en todos los rincones de nuestra sociedad.

Me gusta usar un ejemplo que solo sirve cuando se responde con total honestidad. Preguntate a vos mismo y respondete sin mentirte: si tuvieras la chance de viajar en colectivo sin pasar la SUBE, porque el chofer se distrajo, ¿lo harías?

Tengo la hipótesis, bastante difícil de probar, por cierto, de que un alto porcentaje, si fuera honesto, reconocería su picardía. Eso. Una picardía que, en otra escala, es simplemente un acto de corrupción. Lo que varía es el volumen. El monto no hace la diferencia.

Resulta que el hombre que cayó la semana pasada con unas 50 tarjetas de débito de beneficiarios de programas sociales de Nación era la punta del ovillo. Que su hermano era nada menos que el hombre encargado de manejar autorizaciones y hasta claves de sistema para el otorgamiento de beneficios, en la Gerencia de Empleo. Y el señor ahora, también está preso.

¿Es culpa esto de la actual gerenta de Empleo, la macrista Viviana López? ¿O es culpa de su antecesor kirchnerista? La pregunta me recuerda al perro que da vueltas intentando morderse la cola, siempre en círculos.

Es posiblemente la demostración más cabal de lo que venimos diciendo: la corrupción está tan enquistada que atraviesa a la sociedad por completo. Y los partidos políticos, nuestros gobiernos, no salen de un repollo.

Lo que resta ahora es ver quién le pone el cascabel al gato. Y nuevamente, mi estimado, mi estimada, las soluciones no van a llegar por arte de magia. Antes, el cambio, está en cada uno de nosotros. Nuestra conducta individual. Y luego, nuestra tolerancia a lo que, todos sabemos, está mal".

JAQUE MATE
 

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