OPINION

Al ajuste le salió un grano en el colectivo

Si en San Juan está todo en orden, ¿por qué paran los choferes? ¿Es pura disciplina sindical, en acatamiento a la medida dispuesta desde Buenos Aires? Si así lo fuera, sería una medida bastante indefendible. Pero es bastante más complejo y el futuro, poco alentador.
viernes, 12 de octubre de 2018 · 11:26

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan


No faltarán las críticas a la huelga de choferes de colectivos, que este viernes cumplirá su quinto día consecutivo, desde las 22 hasta las 6 de la mañana del día siguiente. Porque, de todos los paros posibles, este pelea el podio de los más molestos. Para muchos equivale a quedarse a pie. A gastar mucho más sacando el vehículo propio. O, peor aún, pagar en efectivo el viaje en taxi o remís.

El paro de los colectivos provoca malhumor. Algunos acusarán a la UTA, uno de los pocos sindicatos que garantiza el acatamiento total, junto con los bancarios y muy pocos más. Otros dirán que de la crisis se sale trabajando, porque entre otras cosas es una de las expresiones repetidas en redes sociales con calidad de slogan. No resulta azaroso.

Como los dirigentes de la UTA tienen décadas de batallas encima, la mayoría ganadas, saben que tienen que salir a contrarrestar el malhumor social. En lo estrictamente formal, el paro es porque en algunas provincias del interior del país los empresarios no pagaron el último aumento salarial porque no les alcanza la tarifa que cobran.

Sin embargo, en San Juan han cobrado todo al día, porque el gobierno de Sergio Uñac accedió a aumentar el precio del pasaje a mitad de año, como hacía mucho tiempo no ocurría. Se quebró aquella tradición de un solo incremento anual. La inflación rompió todas las previsiones. Gatilló salarios y también los mayores costos empresarios.

Entonces, si en San Juan está todo en orden, ¿por qué paran? ¿Es pura disciplina sindical, en acatamiento a la medida dispuesta desde Buenos Aires? Si así lo fuera, sería una medida bastante indefendible. Les pasó, sin ir más lejos, a los gremios docentes en las últimas protestas.

Por eso el veterano Alejandro Villavicencio, jefe añoso de la UTA en la provincia, puso la huelga en contexto y la vinculó directamente al ajuste macrista que le quita todo el subsidio al transporte de pasajeros salvo a Ciudad Autónoma y Provincia de Buenos Aires. 

El resto del país se las tendrá que arreglar subiendo el boleto a 35 o 40 pesos, según los cálculos de la UTA, o las provincias tendrán que poner el subsidio de sus propias arcas, hasta la medida de sus posibilidades, como evalúa hacer San Juan. Si ninguna de estas dos alternativas fuese viable, los empresarios verían resentido su ingreso y, en conclusión, habría más problemas para actualizar salarios.

Resulta algo compleja la cadena de consecuencias, pero no tan difícil de entender. Villavicencio desnudó la trama sin pudor: así como viene el Presupuesto 2019, no habrá garantías y la UTA no está dispuesta a mirar apaciblemente el tratamiento en el Congreso Nacional. 

Si el paro molesta, el paro es exitoso. Es y siempre fue la intención. No pasó lo peor aún, porque después de esta retención de servicio nocturna, vendrán paros por 24, 48 y 36 horas, según adelantó el secretario general.

Mientras la Casa Rosada gestiona el acuerdo con los gobernadores y los legisladores nacionales para sancionar el Presupuesto 2019 con una secuencia de recortes y reducciones, al ajuste le salió un grano en el colectivo. A punto de explotar.


JAQUE MATE

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