OPINION

Sin ponerse colorado

La millonaria inversión en dólares sorprendió más por tratarse de cannabis que por el ingreso de divisas en un contexto económico nacional de descalabro. Una ruptura que pone a San Juan en el centro de la escena.
miércoles, 12 de diciembre de 2018 · 11:00

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan

Posiblemente haya sido el secreto mejor guardado de Sergio Uñac, la inversión canadiense en San Juan, para sembrar nada menos que 819 hectáreas con cannabis. Marihuana, en la jerga popular. Para uso medicinal, lógicamente. Con la supervisión del INTA y del Conicet, porque legalmente sería imposible de otra manera. Pero más allá de todas las aclaraciones, el solo anuncio dividió las opiniones.

Y llegó desde el exterior la noticia. Primero en inglés, como comunicado de la empresa Wayland Group. Después en castellano a través de Clarín. Y finalmente llegó la confirmación de boca del propio gobernador. 

Compraron tierras cultivables en el departamento Sarmiento por 8,5 millones de dólares. Para luego invertir en la plantación, tomar personal, generar derrame económico en un eslabón encadenado a la industria farmacéutica, que tan buenos dividendos genera a lo largo y ancho de todo el planeta.

Wayland es una compañía joven, fundada en 2013, que no solamente cultiva el cannabis sino que también lo procesa. Tiene sede en Canadá y Alemania. Además de producir en esos dos países, también lo hace en Suiza, Italia, Colombia y Reino Unido. Ahora también lo hará en Argentina, en San Juan.

Para Uñac es una apuesta enorme. Significa abrir el juego a que se vincule a la provincia con un cultivo legal, pero todavía sujeto a discusiones, con la ley del aceite de cannabis medicinal todavía fresca y la Policía atenta a detener a cualquier pibe que camine con un porro en el bolsillo, porque, en efecto, es un delito. Tampoco se puede tener una maceta en casa con una plantita para consumo personal. Entonces, con ese debate postergado, la inversión canadiense podría prestar lugar a confusiones.

No hay mucho que confundir igualmente. El cannabis de uso medicinal está estrictamente regulado y la inversión de la firma Wayland tendrá que ajustarse estrictamente a esa regulación. Puede gustar más o menos, pero es la ley vigente.

Luego queda solamente lo positivo. Una empresa de capitales extranjeros que invierte dólares en el país en el momento más oportuno, elige a San Juan por sus condiciones geográficas, claramente, pero también por un factor que no debe pasar inadvertido: la infraestructura vial y energética, por un lado, y "una economía estable".

La provincia logró proyectar hacia el exterior esa imagen de burbuja en medio de un presente económico caótico, de inflación galopante y de rojos fiscales por todos lados. Es un proceso lento pero que más temprano que tarde empieza a materializar sus resultados.

Así fue o así será, que San Juan se convertirá, junto con Jujuy, en provincia productora de cannabis. En la balanza comercial, las exportaciones, empezará a figurar el cultivo a la par de la uva, las aceitunas, las hortalizas o los minerales.

Habrá que empezar a llamar las cosas por su nombre, sin ponerse colorado. Y dejarse sorprender en una provincia acostumbrada a sus costumbres. Arraigada a sus raíces. Pero que de vez en cuando también se permite una ruptura. Como la de plantar más de 800 hectáreas de marihuana.


JAQUE MATE
 

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