Campeones de la inflación

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan

Que no pase inadvertido el dato de inflación informado oficialmente ayer por el INDEC: 3,1% para julio, sumando 19,6% en los primeros siete meses del año y 31,2% comparado con julio del año pasado.

De ese 3,1% de aumento general de precios minoristas registrado en julio, otra vez los alimentos estuvieron por encima, con una suba del 4%. Sale cada vez más caro comer.

Julio fue también el mes del "naftazo", si pudiéramos acuñar el neologismo. Tras la salida de Aranguren y la llegada de Iguacel al Ministerio de Energía, se terminó la pausa acordada con las petroleras. Y el impacto se hizo sentir en el transporte que se disparó 5,2% en la medición del INDEC.

Combustibles más caros complican la vida a todos los argentinos pero particularmente a los que vivimos en zonas geográficas más distantes de los grandes centros urbanos. Que lleguen las cosas aquí resultará cada vez más caro. Y el efecto también quedó plasmado en la estadística oficial.

La Región de Cuyo fue la campeona total de la inflación en julio, según INDEC. Mientras el promedio nacional fue del 3,1%, en nuestro vecindario de San Juan, Mendoza y San Luis, el promedio se ubicó en el 3,6%.

Es decir: al recorte de fondos nacionales se le suma el encarecimiento del costo de vida. Y un nivel de ingresos que está por debajo del porteño. Otro dato relevante: en Capital Federal y Gran Buenos Aires se registró el menor índice inflacionario, del 2,8%.

Habría que saber bastante de economía -y no es nuestro caso- para diagnosticar con certeza las razones. Pero uno podría inferir, con cierta razonabilidad, que el centralismo se agudiza. Vivir en el interior se torna más difícil.

Pero esto no es todo. Habiendo pasado la primera mitad de agosto, los consultores estiman que el nivel inflacionario del octavo mes del año también será elevadísimo, porque arrancó con aumento de prepagas, combustibles nuevamente, tarifas de electricidad y gas, y pasajes de colectivos, trenes y subte para los porteños.

Para que el gobierno de Mauricio Macri y Cambiemos llegue a la meta inflacionaria acordada con el Fondo Monetario Internacional, del 32%, debería bajar sensiblemente la evolución de precios en los cinco meses que resta medir.

Cuentas simples: si la meta es del 32% y ya acumulamos 19,6% en los primeros siete meses, la diferencia de 12,4% debería prorratearse en los cinco meses restantes, arrojando un promedio de 2,48% de agosto a diciembre como máximo.

Parece lejos esa posibilidad, en medio de una devaluación que todavía no terminó, que ayer provocó una nueva hemorragia de reservas por 800 millones de dólares.

El gobierno sigue insistiendo en que el problema está en el déficit. Y la receta que propone sigue siendo el ajuste, con mayor impacto en las provincias y las economías regionales, como está visto.

Los argentinos somos campeones de la inflación desde siempre. Sabemos de qué se trata. Será por eso que la confianza en el plan macrista se derrumbó y parece irremediable.

JAQUE MATE