OPINION

La ira de la escribana

Las razones detrás de la conferencia de prensa inédita de Nélida del Carmen Gómez y la parodia de nosotros mismos.
martes, 26 de febrero de 2019 · 10:00

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan

En décadas de trabajo al frente de la Escribanía Mayor de Gobierno, Nélida del Carmen Gómez vio pasar funcionarios de todos los colores políticos. Le tocó llevar y traer las actas de destitución de gobernadores, de contratos millonarios de obra pública, de ministros puestos en funciones. Toda la vida pública de la provincia, al menos aquella que constará en los libros de historia, llevará su firma. Su trabajo es dar fe. Su palabra, su firma vale como garantía de verdad.

Por eso presumibemente haya estado al borde de estallar y perder su habitual compostura, cuando tuvo que salir a dar explicaciones, contestarles a los que la tildaron lisa y llanamente de tramposa o mentirosa, por un insólito motivo: la votación de la Reina Nacional del Sol.

Porque de manera insólita -perdón por lo reiterativo- la anulación de tres votos del jurado la noche del sábado 23 de febrero en el predio Costanera Complejo Ferial San Juan abrió la puerta a una verdadera campaña para construir un puente entre el concurso de belleza y las elecciones provinciales que tenemos cerca en el calendario. Así de disparatado. 

Pero en la era de la posverdad, todo vale. Hasta escribir con un marcador gastado sobre un papel de envolver fiambre los supuestos votos descartados, para que las cadenas en redes sociales cobren vida propia, fogoneadas por la siempre disponible mano de obra trollera, jugosamente estimulada. Porque claro, nada es gratis.

Bastaron unas pocas horas para que apareciera en Facebook una página alusiva al supuesto fraude, convertido en tema atinente a la salud de la democracia republicana. El globo de ensayo fue relativamente exitoso porque el rumor saltó de teléfono en teléfono.

En contra de su instinto, en contra de su profesión, la Escribana Mayor de Gobierno tuvo que salir a aclarar públicamente que ella no había embrollado, que no había montado una rudimentaria farsa para evitar que el intendente de Santa Lucía, precandidato a gobernador, subiera al escenario. Porque si Marcelo Orrego coronaba a su candidata, en términos políticos... No, la verdad, no tiene remate. Un absurdo.

Pero el momento nos puso en un lugar de sospecha constante. Y la funcionaria que cobra por el valor de su palabra, de su firma, por primera vez tuvo que salir a defenderse. Mostró los votos verdaderos, los que tenían la iconografía de la Fiesta del Sol lógicamente, y habían sido llenados de manera nula por los jurados anónimos. Aún después de hacerlo hubo y habrá personas de buena fe que seguirán con dudas. Porque el chisme es como el puñado de harina que se arroja al boleo: nunca más se puede recoger del todo.

Nos vimos sometidos a una parodia de nosotros mismos, convirtiendo en tema de Estado la coronación de una chica. Poniéndole sobre la espalda lo peor de la politiquería preelectoral. Al finalizar el capítulo del pretendido escándalo que no fue, habrá que sentarse a discutir en serio. Ahora sí, sobre los proyectos políticos que hay en juego. Curiosamente, de esta manera lo plantearon tanto Sergio Uñac como Marcelo Orrego. Capaz que hacia abajo alguno todavía no logró entenderlo. Y lo único que consiguió fue hacerle pasar un mal rato a la escribana.


JAQUE MATE

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