Nos fuimos a los caños y fue bueno

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan

Tuvo un arranque desafiante Sergio Uñac este miércoles, en lo que debía ser una mañana brillante por dos hechos positivos para cualquier gobierno: la entrega de viviendas y la inauguración de una fábrica. Dos logros que valen doble en un contexto de caos macroeconómico, el mismo día que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, habría pedido permiso al directorio del Fondo Monetario Internacional para manotear cuantos dólares sean necesarios con tal de planchar la cotización de la moneda estadounidense al menos hasta llegar a las elecciones.

Lo contamos aquí en Canal 13 con nuestro móvil en vivo: el gobernador tuvo que arrancar la mañana escuchando el enérgico pedido de viviendas de parte de vecinos de los asentamientos La Paz y Pellegrini, los más castigados por las lluvias del verano que ya se acaba. Fue un momento tenso, solo posible porque Uñac hace tiempo ordenó abrir el cerco de custodios, aún generando preocupación en su entorno por una cuestión de estricto sentido común.

El episodio no pasó a mayores. La gente pidió. Uñac escuchó y contestó lo que posiblemente los vecinos ya sabían que iba a responder: que se inscriban en el IPV y que tengan paciencia, porque la provincia está construyendo barrios y los está entregando en función de los sorteos. El último fue el de diciembre, para algo de 1.500 casas. Que son muchas, pero muy pocas en el contraste con la necesidad.

El gobernador entregó finalmente el barrio de 125 viviendas en La Bebida y para esas 125 familias el día quedará grabado como uno de los más felices de sus vidas, porque el techo propio no tiene comparación. Por eso también se entiende y se valora el pedido de todos los que faltan. Para ellos las operatorias individuales son inviables. Ni pensar en un crédito hipotecario bancario, en pleno festival de tasas al ritmo que marque el presidente del Banco Central.

Después del momento agridulce, Uñac partió rápidamente hacia la segunda parte de su agenda, en el parque industrial de Albardón, donde una empresa alemana que proveerá los caños para la mega obra del Acueducto Gran Tulum resolvió radicarse. Se decidió invertir en una planta con tecnología de última generación y tomar un centenar de trabajadores. 

Hubiera sido un negocio de ocasión si los alrededor de 50 kilómetros de tuberías se hubiesen importado del exterior o traído de otra provincia. Por eso la apertura de una fábrica genera ahora la expectativa de que la producción no se agote en el abastecimiento de los caños para San Juan sino para el resto del país también. Lo dejó claro Uñac en su mensaje ante los empresarios presentes.

Palabras más, palabras menos, el gobernador dijo que esta es la foto por la que se trabajó los últimos tres años, en un contexto adverso. Hasta podría decirse que se lo notó conmovido porque no son tiempos de apuestas privadas. Todo lo contrario. Según datos de la Unión Industrial Argentina, el 50% de la capacidad instalada está ociosa. El stock se acumula por falta de demanda. Y los procedimientos preventivos de crisis ya no distinguen sector.

San Juan logró sostenerse en el tembladeral nacional y anotar anuncios e inauguraciones de esta magnitud. Pero la provincia está igualmente atada a la suerte del país y las reglas de la macroeconomía. Pensar en términos de isla es, cuanto menos, una idiotez. Nos fuimos a los caños y por una vez fue buena noticia. Como también lo es que la gente pida. Y que quien gobierna escuche, aunque la respuesta tenga que demorar.

JAQUE MATE