OPINION

Y un día hubo sutura

El regreso de CFK al PJ de calle Matheu se venía barajando en la intimidad pero ninguno se atrevía a decirlo en voz alta, hasta que fuera un hecho.
miércoles, 15 de mayo de 2019 · 11:13

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan


El regreso de Cristina Fernández de Kirchner a la sede histórica del Partido Justicialista, en calle Matheu, era una posibilidad que se venía manejando en privado, que se conversaba siempre en voz baja, pero que nadie se atrevía a formalizar. Nadie podía poner las manos en el fuego, frente a la impredecible expresidenta.

El juego político de la senadora, aclamada por la militancia y un amplio sector de la sociedad que identifica en ella la única alternativa consistente para cambiar el cambio -valga la redundancia y la circularidad- sigue siendo enigmático. Aún cuando parece que está encaminada a ser candidata presidencial, nadie se atreve a darlo por hecho. Igual que ocurrió en la previa de su entrada triunfal a la casa peronista.

Lo cierto es que ella fue recibida con honores por quienes tuvieron fuertes desencuentros hasta no hace más de tres años. El mérito parece ser del macrismo y sus desaciertos políticos y económicos: los puso a todos del mismo lado. Así fue posible la foto de la autora de Sinceramente junto a José Luis Gioja, gobernadoras como Rosana Bertone, de Tierra del Fuego, y Lucía Corpacci, de Catamarca, o el eterno mandatario formoseño, Gildo Insfrán. También el camionero Hugo Moyano, el ex jefe de Gabinete y ex armador massista Alberto Fernández, y el ex gobernador bonaerense Felipe Solá.

En las escuchas telefónicas que se hicieron con orden judicial entre Cristina y Oscar Parrilli, el ex titular de la AFI, esas que se ventilaron convenientemente por algunos medios anti-K, la senadora mandó a los peronistas, como el sanjuanino Gioja, a "suturarse el...". El remate es por todos archi-conocido y huelga la guarangada, más allá de que fue una frase dicha en la intimidad.

Sin embargo, esa expresión equivalente al "mierda, carajo" de Mirtha, que le da mayor dimensión de carne y hueso a la figura política inalcanzable por idolatrada y vapuleada, tiene valor metafórico a esta altura del calendario electoral. Cristina fue testigo ayer de la sutura.

Habló y fue escuchada durante 50 minutos. Se refirió a su gestión de gobierno, a la de Mauricio Macri, y a las condiciones del mundo, que variaron sustancialmente entre aquellos años hasta 2015 y el panorama que se presenta desde 2020 en adelante. Fue un modo más, de poner arriba de la mesa la necesidad de articular un gran acuerdo que no sea únicamente electoral, sino que ofrezca ciertas garantías de continuidad en caso de tener que tomar las riendas del país.

"A esto lo arreglamos entre todos, o no lo arregla nadie", dijo luego Gioja, parafraseando a Juan Domingo Perón. La expresión "entre todos" tiende a sumar a Sergio Massa y a todas las figuras del abanico justicialista, aún aquellos que hoy miran con urticaria esa foto de ayer, desde el espacio identificado como Argentina Federal. Se dieron un plazo acotado para el diálogo. Empezó la cuenta regresiva y el último día de mayo será el momento indicado para trazar la línea.

Vienen días de acaloradas negociaciones, mientras sigue cicatrizando cada herida suturada.

JAQUE MATE

Comentarios