OPINION

Sin alternativa

Con el anuncio de la fórmula Macri-Pichetto, se terminó de derrumbar aquella construcción de la "avenida del medio" y se consolidó un escenario que no admite neutralidad.
miércoles, 12 de junio de 2019 · 11:27

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan


Un día Roberto Lavagna se levantó de la mesa de Alternativa Federal, tras enterarse de que si quería ser candidato a presidente, antes debía competir en la primaria. Otro día dejó su silla Sergio Massa, mientras edulcoraba su discurso anti-k para dejar atrás los sinsabores del pasado y consumar su regreso al PJ. Y otro día, Miguel Ángel Pichetto, el milagroso dirigente justicialista que a fuerza de talento político se mantuvo en el poder desde el menemismo a esta parte, terminó siendo coronado como el compañero de fórmula de Mauricio Macri. El último, que apague la luz.

Hay que sacar cuentas nuevamente. A Alternativa Federal le queda un candidato presidencial, en la soledad más absoluta: el salteño Juan Manuel Urtubey. Al menos eso era hasta hace un rato. Obviamente, todo esto puede cambiar en cuestión de minutos. Por otro lado, el gobernador cordobés, Juan Schiaretti, cumplió a rajatabla su palabra de que se iba a mantener al margen del armado. Ganó de manera aplastante en Córdoba, le dio un fuerte apretón de manos al presidente en la Casa Rosada y se fue de vacaciones al exterior. Desde entonces se supo que volvió al país pero poco más.

Aquella ilusión de la ancha avenida del medio, que captara el voto antigrieta, que ofreciera a la ciudadanía un tercera posición, quedó hecha trizas. Alternativa Federal se convirtió posiblemente en lo que siempre fue: un ensayo marginal que no creyeron ni siquiera sus propios autores. Alcanza y sobra para entenderlo, la confesión de Pichetto. Dijo que no lo pensó ni un segundo, cuando Macri le hizo la proposición.

En un escenario híper-polarizado, Lavagna, Urtubey y cualquier otra expresión semejante, parecen condenadas a una participación testimonial, sin que esto suene descalificante. Hay y habrá, seguramente, miles de argentinos y argentinas en busca de una opción fuera de la grieta. Pero se puede presumir con auxilio de la historia reciente y no tanto, que nuevamente el país quedará en situación de definir entre dos actores centrales. 

Esos dos actores tienen nombre y apellido, tienen compañero y compañera de fórmula. Pero fundamentalmente, esos dos actores son referentes de dos modelos distintos, dos formas de entender la política y la economía, en un escenario extremadamente complejo, recesivo, estancado. Posiblemente por la urgencia del bolsillo, haya otros factores que queden rezagados en el análisis electoral, pero no por ello debieran quedar ocultos.

Si la salida antigrieta ya no estará afuera de los dos polos enfrentados, el deber de los espacios líderes será salir progresivamente de esa fisura irreconciliable. No será en el contexto de la campaña, por supuesto. Pero resultará imprescindible después del 10 de diciembre. Los gobernadores jugarán un papel protagónico en este aspecto.

Resulta simbólico que Alternativa Federal se haya desmoronado como un castillo de naipes. Ni alternativa ni federal. Nuevamente la opción pasa por el blanco o el negro, aunque el blanco se vea en la obligación de virar al gris claro y el negro, al gris oscuro. Lo que parecía inimaginable, está pasando. Cristina Fernández de Kirchner se subordinó voluntariamente a ser compañera de fórmula, consciente de que su figura generaba tanto afecto como rechazo. Y Macri echó mano a un dirigente justicialista, después de haber denostado la herencia de "los 70 años de gobiernos peronistas". 

Ahí están los grises necesarios en una polarización matizada, pero dialéctica al fin. Sin Alternativa Federal. Sin alternativa.

JAQUE MATE

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