OPINION

El momento exacto

La secuencia de fotos de Uñac con Alberto Fernández como virtual adhesión a la candidatura presidencial, frente a un escenario nacional sin alternativas.
viernes, 7 de junio de 2019 · 11:24

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan

Siete fotos, tres del abrazo y cuatro de la animada charla. Así se contó este jueves la virtual adhesión de Sergio Uñac a la precandidatura presidencial de Alberto Fernández, primero vía Whatsapp, luego a través de redes sociales. Fue cuatro días después de las elecciones provinciales, con el certificado de defunción de Alternativa Federal firmado por el mismísimo socio fundador Miguel Angel Pichetto, con la jugada extravagante de Roberto Lavagna de lanzar candidatura en soledad y aislamiento. El lugar del reelecto gobernador sanjuanino era finalmente esa secuencia fotográfica.

Decimos virtual adhesión, porque en términos concretos Uñac todavía no llamó a votar por nadie. No podría hacerlo, a 16 días del cierre de listas presidenciales. Sin embargo, con el calendario en plena cuenta regresiva, lo que parecía un horizonte incierto finalmente tomó mediana claridad. Otra vez los argentinos nos enfrentamos a un escenario polarizado y el gobernador sanjuanino, a diferencia de sus colegas Juan Schiaretti o Juan Manuel Urtubey, decidió no confundir con los gestos.

Por eso desde su aparato de comunicación se difundieron las fotos con Alberto, con una intensidad que hizo explícita la vocación de sentar posición. Poco después vino un texto escueto pero lo suficientemente contundente, como para dejar en claro que nunca se trató de una visita de cortesía sino de la firma tácita de un acuerdo de construcción.

"Gracias Alberto Fernández por tu recepción, y por tomar la bandera del diálogo y del consenso en pos de la unión necesaria para el desarrollo de un proyecto superador", posteó el gobernador en sus redes sociales. "Entre todos debemos aportar para sacar al país adelante llevando esperanza a cada rincón de la Argentina", agregó a modo de conclusión.

Diálogo, consenso y unión para un proyecto superador. Todas palabras comunes en el glosario uñaquista. Y un remate de tono federal, con aquello de llevar la esperanza a cada sitio del territorio nacional. 

Hasta el domingo pasado, en pleno festejo por el 56% de los votos obtenidos en San Juan, Uñac siguió abonando la expectativa de un gran acuerdo opositor, que no dejara afuera a los gobernadores más distantes de Cristina. Lo hizo públicamente en la sede del PJ. Sin embargo, se precipitaron las definiciones en apenas 72 horas. El alta médica de Alberto se presentó como el momento propicio.

El gobernador buscó por todos los medios no interferir su campaña local con los ruidos nacionales de su propio partido, el justicialismo. Por eso desdobló y adelantó hasta el límite del almanaque las elecciones provinciales, llevando la inscripción de candidaturas a enero. Nadie pudo sospechar siquiera que la expresidenta haría un movimiento como lanzar la fórmula, corriéndose ella al segundo escalón, dos semanas antes de loscomicios sanjuaninos.

Uñac tuvo que medir milimétricamente sus movimientos para sostener la estrategia de mantener la cuestión local separada de lo nacional. Sin embargo, el fin de semana patrio, el domingo 26 de mayo, compartió un locro con Unidad Ciudadana en el Barrio Parque de Mayo. El video circuló un par de días después, con el fragmento en que el mandatario reconocía el gesto de Cristina de haber cedido la candidatura presidencial aún teniendo los niveles de adhesión que conserva. Pero el gobernador se plantó ahí.

En el fondo, el temor en la mesa estratégica del uñaquismo, siempre fue que una impostada cercanía a CFK fuera contraproducente en el electorado, cansado de grieta y ávido de una propuesta superadora. Paradójicamente, ella les terminó dando eso. Les dio a Alberto. "Yo divido, vos unís", le habría dicho la senadora cuando le propuso encabezar la fórmula. La incorporación de Uñac tal vez sea la prueba más contundente de ello.


JAQUE MATE

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