OPINION

De unitarios y federales

Un debate anacrónico pero jamás resuelto, que vuelve al tapete. Datos alarmantes del conurbano bonaerense, sitio de mal refugio para los provincianos autoexiliados en busca de alguna oportunidad.
viernes, 5 de julio de 2019 · 12:11

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan


En la víspera del aniversario número 203 de la independencia nacional, volvió al tapete un debate viejo como la historia misma de esta Nación, penosamente todavía sin solución definitiva. Es aquel debate que supo darse con la palabra y con la sangre también, entre unitarios y federales. Claro que en pleno siglo XXI, plantearlo de esta manera resulta un anacronismo. Sin embargo, vale llamar a las cosas por su nombre.

Fue tácitamente el tema que se puso sobre la mesa en la reunión que mantuvo el precandidato presidencial por el PJ, Alberto Fernández, con una docena de gobernadores peronistas el pasado miércoles, incluido el sanjuanino Sergio Uñac. Allí hablaron de la necesidad de reflotar el debate por la coparticipación federal, una norma atrasada que debió rediscutirse, acordarse y aprobarse apenas se reformó la constitución en 1994.

Desde entonces, gobierno tras gobierno, todos miraron para otro lado. Algunas veces habrá sido por las urgencias de la administración. Otras, por temor a abrir una caja de Pandora. Algunos saldrán ganando y otros, perdiendo. Esto es así porque también ocurrió con la ley de coparticipación municipal sancionada el año pasado en San Juan. Capital terminó con menos recursos de los que gozaba con una distribución que desde siempre fue desigual, con privilegios para algunos y las sobras para el resto.

Uñac planteó en esa reunión con Fernández que de una vez por todas hay que generar las condiciones para atraer inversiones a las provincias más alejadas de los grandes centros urbanos. Hay que generar puestos de trabajo para evitar que siga el éxodo de argentinos que se van al conurbano bonaerense para vivir peor que en sus lugares de origen. Pasa hoy con María Eugenia Vidal, como pasó antes con Daniel Scioli y con cada uno de los antecesores.

Los datos económicos y sociales de la provincia de Buenos Aires le dan la razón a Uñac. El periodista David Cufré, en su columna del diario Página 12 del 22 de junio pasado, reveló números escalofriantes. Por ejemplo, que la provincia más grande de Argentina tiene 1 millón de indigentes. Es decir, 1 millón de personas que no comen lo mínimo e indispensable. Ni hablar de la pobreza. El pobre, al menos, tiene para comer. Aunque no le alcance luego ni siquiera para mandar los chicos a la escuela. El indigente directamente no come.

Según datos oficiales del INDEC, el 8,5% de los bonaerenses -es decir, de los argentinos que por falta de oportunidades migró a Buenos Aires- hoy está debajo de la línea de indigencia. Ese valor de 8,5% corresponde al segundo semestre de 2018. Un año antes era del 6,2%. Creció de manera exorbitante.

Los opositores dirán que estos valores son el producto de una política económica de exclusión. Los macristas justificarán la realidad en los factores estructurales y, por supuesto, la herencia recibida. Qué interesante sería atreverse a desplazar el eje de la discusión y empezar a mirar hacia el interior, imaginándose un país con distintos polos de desarrollo, que no dependa únicamente de los granos y las vacas, de la tierra fértil y la lluvia generosa. 

Claro, para eso primero habría que entender el dilema inicial. Ese que derramó tanta sangre en el nacimiento de nuestra patria y que todavía, para vergüenza de todos, sigue costando el hambre de la gente.


JAQUE MATE
 

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