OPINIÓN

Una desesperada carrera contra el tiempo

Mientras los contagios siguen escalando en San Juan y la ocupación de camas genera estupor, la vacuna parece mucho más cerca de lo previsto.
lunes, 9 de noviembre de 2020 · 10:23

Es una verdadera carrera contra el tiempo. Mientras los números epidemiológicos en San Juan siguen galopando, el presidente Alberto Fernández asumió el compromiso de que su próxima aparición en público será específicamente para referirse al plan de vacunación. Todo esto dependerá de que en las próximas dos semanas haya alguna fórmula lo suficientemente ensayada como para ser aprobada a nivel internacional y en Argentina por la ANMAT. Es algo que todavía no se sabe con precisión. Es una carrera contra el tiempo.

El viernes pasado, la jefa de Epidemiología, Mónica Jofré, volvió a rechazar hacer una proyección de pico de curva de contagios. Dijo simplemente que están trabajando para que no ocurra una escalada desbocada como ya sucedió en otras jurisdicciones. Esto no significa que no vaya a seguir creciendo la estadística, sino que la progresión sea tan gradual como fuera posible. Los números comparativos de los últimos 14 días nuevamente son asombrosos.

Se ha convertido en un hábito en esta columna iniciar cada lunes con la lectura de los valores de las últimas dos semanas. La pandemia debe analizarse de este modo. En segmentos de 14 días. Ese intervalo permite tener una noción concreta acerca de la velocidad con que se esparce la peste. Vaya entonces el resultado de medir este domingo 8 de noviembre contra el domingo 25 de octubre, a continuación.



La cantidad de nuevos casos diarios no tuvo una variación notoria, porque ayer fue de 150 positivos, contra 144 de dos semanas atrás. Sin embargo, el número informado este 8 de noviembre fue de menos de la mitad que el promedio que se venía registrando a diario. Puede ser apenas un desvío en la curva ascendente. No debería inducir a error.

En cambio, uno de los números más contundentes es el de total acumulado, que pasó de 3.491 a 7.709 en dos semanas. La duplicación sigue sucediendo en menos de 14 días, pero parece haber encontrado un ritmo más o menos estable. Por supuesto, esto se trata de apenas una interpretación periodística, basada en la divulgación de los partes oficiales. Los especialistas tendrán herramientas más apropiadas para ofrecer algún pronóstico ajustado.

Apenas por debajo de la duplicación quedaron los pacientes con proceso infeccioso, es decir aquellos que están cursando la enfermedad, pasando de 2.616 a 4.702 en dos semanas. La cantidad acumulada de fallecidos creció el 40 por ciento en los últimos 14 días, pasando de 90 el domingo 25 de octubre a 127 este 8 de noviembre. Por otro lado los recuperados se multiplicaron con el paso del tiempo, de 785 a 2.880. Fue un crecimiento del 266 por ciento en el intervalo. Buena noticia, sin lugar a dudas.

La ocupación, sin embargo, sigue siendo alarmante. No tanto por la demanda de espacios o de aparatología, sino por la escasez de personal especializado. Hay un exceso de tareas no solo para profesionales sino también para auxiliares. Hace dos semanas solo eran necesarios 3 hospitales públicos con áreas Covid 19 para atender a 115 pacientes internados. Este domingo había 8 hospitales públicos más 5 clínicas privadas, con 192 personas ingresadas.

Por Coronavirus creció un 67 por ciento la necesidad de camas en apenas 14 días. Y este es el factor más preocupante de todos, desde que la pandemia se declaró como tal. Es el estrés al que queda sometido el sistema sanitario. Pero el aumento más alarmante de todos fue el de pacientes críticos. Dos domingos atrás había solo 27 pacientes en terapia intensiva. Ayer eran 92. Es un 240 por ciento más de ocupación en ese sector de enfermos graves. La demanda de respiradores pasó de 15 a 38, equivalente a una escalada del 153 por ciento.

Como antes pasó en otras provincias que están empezando a ver la curva descender, ahora el desafío sanjuanino es ver cómo se comporta el sistema de salud, sin hacer distinción entre público o privado. Que no le falte tratamiento a ninguna persona que lo necesite, sea paciente de Covid 19 o de cualquier otra patología. Porque en naciones del primer mundo, que debieron hacerle frente a la peste sin previo aviso, hubo seres humanos que transitaron la agonía en sus propios domicilios. Precisamente, por el colapso de las salas de internación.

Jofré planteó un viraje en la vigilancia epidemiológica, ahora redirigida hacia el monitoreo de los contactos estrechos, para aplacar la escalada de contagios. Luego de un par de semanas difíciles por demoras interminables para acceder a un resultado de PCR, el procedimiento logró acomodarse nuevamente a los nuevos ritmos. Parece que la línea de meta podría estar más cerca de lo pensado. Ya no es marzo, con la vacuna de Oxford y AstraZeneca, sino fines de diciembre con la Sputnik V de Rusia. Y en el medio la de Pfizer y una de las chinas, según el anticipo que brindó el presidente Fernández el viernes.

Argentina está generando compromisos de abastecimiento en todas direcciones. Toda dosis que esté dando vueltas por el mundo, con efectividad garantida, debería llegar en el momento mismo que sea aprobada. El escollo siguiente, en el que ya se está trabajando, será la logística de distribución y aplicación. Los grandes centros urbanos querrán la prioridad. Y si la consiguen, las provincias menores tendrán que esperar. Pero sería injusto, en un país con pretensión de federalismo y donde cada ciudadano es igual ante el Estado.

Este es el tablero de las próximas semanas. Esta es la batalla interna, mientras San Juan juega su propia carrera contra el tiempo. Esperando la vacuna que corte la peste, a tres meses de haber hecho pie en la provincia.

JAQUE MATE