OPINIÓN

Algo inevitable

Dos certezas posibles en el marco de la incertidumbre: los contagios que sucederán y las medidas de restricción que irán en aumento. Los ejemplos del exterior permiten anticipar escenarios.
jueves, 19 de marzo de 2020 · 12:16

Hay al menos un par de cosas inevitables que cualquier argentino y sanjuanino debiera esperar en las próximas semanas. Una de ellas, es que habrá un crecimiento de contagios de Coronavirus. Ya se verá la magnitud. Y la otra es que las medidas de restricción de circulación se agravarán eventualmente.

Hay varios argumentos científicos y estratégicos para anticipar lo que ocurrirá. Los contagios sucederán, porque en efecto, ya están ocurriendo aunque aún no haya diagnóstico. Tanto se puede esperar, que el presidente Alberto Fernández le encomendó a su ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, la construcción de hospitales modulares en provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Chaco, para incrementar la cantidad de camas y especialmente, en terapia intensiva.

Algo deslizó la titular de Epidemiología, Mónica Jofré, en sus virtuales conferencias de prensa, emitidas cada mañana vía Youtube. Los contagios aparecerán de una manera u otra, entonces la apuesta oficial es amesetar esa curva de transmisión para que no tenga picos inmanejables por el sistema público-privado sanitario, sino que alcancen los recursos para combinar los ingresos con las altas sin colapsar los hospitales.

El antecedente chino y especialmente el italiano permiten anticipar los movimientos en Argentina. Mucho más aún cuando el virus tuvo la deferencia de atacar primero a los vecinos latinoamericanos, Brasil y Chile. Los contagios aparecerán de manera inevitable. Parece depender de este precipitado estado de aislamiento la posibilidad de reducir los casos o de, al menos, irlos administrando en el tiempo.

Las demoras en la reacción de parte de los presidentes Jair Bolsonaro y Sebastián Piñera derivaron en una avalancha de contagios. El mandatario chileno anunció el cierre de fronteras luego de que se duplicara el número de infectados en tan solo 24 horas, pasando de 75 a 155. En tanto, el jefe de estado brasileño sigue mirando con altanería la pandemia, pese a tener unos 509 infectados, 4 muertos y apenas 2 recuperados. En un día Brasil sumó 137 enfermos por el Covid-19.

En la Casa Rosada estos números generan alerta. Ven la ola acercarse a lo lejos. No advertirlo sería una necedad. Por eso, el otro factor inevitable será el agravamiento de las normas de emergencia. Las restricciones de circulación serán cada vez peores con el correr de los días. Este miércoles por la noche, minutos antes de las 22, el gobernador Sergio Uñac lanzó unos 15 anuncios todos dirigidos en el mismo sentido.

Entre las medidas más impactantes, están el cierre de los shoppings y hoteles. Aún así, el paquete parece menos severo que el de Mendoza, donde el gobernador Rodolfo Suárez directamente aisló la provincia. Este jueves el presidente Fernández se reunirá con los mandatarios provinciales para acentuar este plan.

Ya hay versiones acerca de un inminente estado de sitio con otro nombre, para evitar las comparaciones con el colapso del país durante la presidencia de Fernando De la Rúa en 2001. En aquel diciembre fue la última vez que Argentina tuvo una parálisis dictada por DNU. El contexto es diferente. Pero las condiciones tal vez sean más acuciantes.

Los contagios aparecerán, más temprano que tarde. La única manera de mantenerles el grifo parcialmente cerrado, es vaciar las calles. Esa es la única receta que parece haber funcionado en otras naciones. No hace falta más para entender hacia dónde va la realidad.

 

JAQUE MATE