OPINIÓN

Incomodidad se escribe con V

El impacto del anuncio presidencial en el arco político sanjuanino y una confesión macrista.
viernes, 12 de junio de 2020 · 12:38

El anuncio presidencial de la intervención y expropiación de Vicentín hundió el cuchillo en el centro de la grieta. Más allá de las razones para avanzar o detenerse en la consigna estatizante, en la soberanía alimentaria, la onda expansiva sacudió el escenario político también en San Juan. El remezón merece ser contado.

No fue únicamente el bocinazo que hicieron sonar algunos señores y señoras por las calles adyacentes al microcentro y a Casa de Gobierno, adherentes al hashtag #Argenzuela y todas sus derivaciones. Hubo también repercusión en las primeras líneas de dirigentes, con ruidosas declaraciones y silencios significativos.

Cuatro cámaras empresarias de la Mesa de Productividad de San Juan, que se sientan a menudo con el ministro Andrés Díaz Cano y el propio gobernador Sergio Uñac, emitieron un documento en rechazo a la vulnerabilidad de la seguridad jurídica. Es decir, en contra de la decisión de Fernández. El membrete llevó el sello de la Cámara Argentina de la Construcción Delegación San Juan, la Cámara Minera, la Unión Industrial y la Cámara de Comercio Exterior.

El diálogo de empresarios con el gobierno de la provincia pasa por un muy buen momento. La queja de ellos estuvo direccionada explícitamente hacia la Quinta de Olivos. Pero aún así, resultará incómodo poner el tema sobre la mesa sanjuanina.

Por el contrario, a la oposición le resultó un tema fácil de resolver, habiéndose trazado tan nítidamente la línea divisoria entre ambos sectores de la grieta. Roberto Basualdo, Eduardo Cáceres y Marcelo Orrego anticiparon sus votos negativos en el Congreso. Sus diputados provinciales presentaron un proyecto de declaración en la Legislatura en el mismo sentido. Y una iniciativa semejante ingresó hasta en el Concejo Deliberante de Capital.

No desaprovecharon la oportunidad, aprendiendo del pasado. Off the record, un alto dirigente de Cambiemos hizo una reveladora confesión. Así como a ellos les tocó salir a poner la cara frente a los tarifazos del macrismo, entienden que ahora le llegó el turno al justicialismo de defender una medida que puede ser presentada negativamente. Son las pruebas que debe superar el oficialismo de turno en este rincón de la geografía nacional, por decisiones tomadas allá donde atiende Dios.

Precisamente desde el oficialismo, el diputado nacional Walberto Allende hizo un despliegue de equilibrismo aquí en Banda Ancha, al ser consultado sobre Vicentín. Pidió una investigación a fondo de su endeudamiento, y cómo fue que el macrismo le siguió prestando fondos públicos aún sabiendo que era insolvente. 

Sin embargo, Allende sugirió que la empresa debe quedar donde está. "Aspiramos a que Vicentín pueda sanearse y volver a manos privadas", dijo con énfasis el legislador que tiene diálogo directo con el gobernador Sergio Uñac. 

Incluso el presidente del Consejo Nacional del PJ, José Luis Gioja, adoptó una postura semejante. Su último posteo en Twitter, la red social preferida por los políticos a nivel nacional, valoró la intervención anunciada por Alberto pero evitó hablar de la expropiación.

"La intervención temporal del Grupo Vicentín logra proteger el trabajo de los empleados y evitar la especulación con los alimentos básicos que todos los argentinos consumimos", escribió Gioja. "El accionar de la empresa estos últimos años genera dudas. Dentro de la ley, se buscará aclarar todo", concluyó el sanjuanino.

El alivio para el oficialismo sanjuanino podría llegar desde el mismo sitio donde se generó. El propio Fernández recibió ayer al CEO de Vicentín, Sergio Nardelli, y al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti. Al finalizar el encuentro, el cacique provinciano dijo que "el presidente está dispuesto a escuchar otras propuestas y alternativas superadoras". Traducido: puede no haber expropiación.

A esta altura, parece aventurado arriesgar un final cerrado. Todo indica que hay un proceso en marcha, que podría incluir un viraje pragmático, achicando el costo político, midiendo la oportunidad. Pero también podría resultar un acting fallido, ante una decisión tomada en los términos que fue anunciada originalmente. 

Sin certezas, parece prudente el silencio del gobierno provincial. Más temprano que tarde llegará la hora de sentar posición. Hacerlo anticipadamente, sería correr el riesgo de quedar expuesto sin necesidad. Al fin y al cabo, salvo la intervención transitoria, aquí todavía no ha pasado nada.


JAQUE MATE