OPINIÓN

Un tema de sanjuaninos

Una encuesta reveló reacciones llamativas, que parecen relacionadas a la situación epidemiológica de Buenos Aires aunque se encuentre a 1.200 kilómetros.
jueves, 25 de junio de 2020 · 12:25

Con una tasa de contagios que ya supera los 2.000 casos positivos diarios, se espera que en las próximas horas el presidente Alberto Fernández anuncie una nueva extensión de la cuarentena para todo el país. Sin embargo, el foco estará puesto en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que incluye ciudad y conurbano, porque ahí está el problema concentrado, con más del 90 por ciento de los infectados. Es previsible, sin embargo, un efecto panicoso también en San Juan.

Para el AMBA se anticipan medidas restrictivas. Según algunos periodistas porteños, habrá un retroceso equivalente casi a la Fase 1, aunque con flexibilidades adecuadas al hartazgo social y la asfixia económica. No será idéntico al estado de parálisis que comenzó el viernes 20 de marzo, hace más de tres meses. Pero será notablemente una medida impopular.

Hay consenso, no obstante, en que no quedan alternativas. Si las autoridades sanitarias quieren frenar la curva de contagios, habrá que guardar a la gente en sus domicilios, evitar que compartan el transporte público o que se rocen con distancias inferiores al metro y medio en espacios cerrados como comercios y oficinas. 

Para los sanjuaninos fue difícil, pero posiblemente haya sido mucho más complejo para los porteños que deben sobrevivir en poquitos metros cuadrados en un departamento sin ventanas a la calle. Confinarse en una casita de barrio de la provincia, puede ser mucho más llevadero. El golpe económico también ha sido distinto.

No caben las generalizaciones, pero mientras la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires nunca lograron salir de la fase del aislamiento social, con apenas algunas flexibilidades, en San Juan más del 90 por ciento de las actividades ya se habilitó. Es habitual escuchar en las radios porteñas la añoranza de volver a la peluquería, por ejemplo. Ni qué decir la posibilidad de reencontrarse con la familia o los amigos.

Que San Juan siga avanzando en una progresiva y gradual salida de la cuarentena hacia una nueva normalidad, no ha sido gratuito tampoco. Solo después de haber pasado 90 días de cuarentena, se puede afirmar que no hay circulación viral comunitaria y que esto fue producto de las medidas adoptadas tempranamente, más el compromiso demostrado por la mayoría de la sociedad. 

Hubo que tolerar, por ejemplo, que los sanjuaninos repatriados tuvieran que recluirse a su propia costa en hoteles durante 14 días. Que la policía detuviera a cada momento la circulación vehicular para pedir explicaciones. Que cerraran fábricas que habían abierto clandestinamente, apremiadas por la urgencia de volver a trabajar.

El saldo fue positivo. Se evitó alcanzar aquella proyección de la ministra de Salud Pública, Alejandra Venerando, dada a conocer el 8 de abril. Entonces, San Juan se preparaba con camas hasta en los polideportivos de los departamentos alejados para contener unos 40.000 contagios. De todos ellos, unos 1.800 hubieran requerido tratamiento médico. El sistema sanitario quedó en alerta frente a una amenaza sin precedentes.

Pero se logró evitar. No está todo dicho, todavía hay que extremar los recaudos fundamentalmente en las fronteras, para evitar que el virus se cuele por los controles. Pero los contagios se pudieron prevenir. Esto alienta que el Comité de Emergencia Covid-19 siga planteando la apertura de nuevos sectores. Incluso el turismo interno, de sanjuaninos para sanjuaninos, desde el 1 de julio.

Sin embargo, una encuesta que por estos días circula por Casa de Gobierno, revela un dato bastante inquietante. Más del 60 por ciento de los sanjuaninos pide agravar las restricciones. Seis de cada diez personas consultadas tiene miedo de que haya un brote como ya ocurrió en otros distritos que tuvieron que retroceder en sus cuarentenas, pagando el costo del relajamiento.

Según esa misma encuesta, el 48 por ciento, casi la mitad, pide que sus hijos pierdan el año escolar. Dicho en otros términos, ven con muy malos ojos que se esté preparando el regreso a clases para agosto, como ha anunciado el Ministerio de Educación de Nación.

Ambos números significan una sola cosa: el consumo de noticias nacionales, que en realidad son noticias porteñas, hace mella en San Juan. Transfiere realidades. Sumerge a los sanjuaninos y sanjuaninas en una centralidad todopoderosa. No importa que ocurra a 1.200 kilómetros de distancia.

El desafío -uno más en la administración de esta cuarentena- será volver a lo propio. Hoy más que nunca, la información es un servicio esencial y específico. La pandemia obliga a tener una mirada amplia, de rango internacional, pero también focalizada. Es tema de sanjuaninos.


JAQUE MATE