OPINIÓN

Una alianza clave

La reunión de Uñac con la UTA tuvo un mensaje implícito en la antesala de una licitación histórica.
jueves, 16 de julio de 2020 · 12:30

Sería parcialmente cierto, decir que el servicio de colectivos en San Juan no cambia desde hace 25 años. Esa es la antigüedad que tiene la última licitación de los recorridos. Pero la verdad completa es que el modelo todavía vigente, emparchado, acomodado mínimamente, data de unos 40 años. En cuatro décadas, la ciudad entera sufrió una transformación evidente, pero el transporte público de pasajeros se quedó anclado en el tiempo. Algo de eso debería empezar a cambiar a partir del 1 de enero.

En realidad, si se cumple la consigna del gobierno de Sergio Uñac, será una reformulación completa, drástica, de todo el sistema. Esta semana se hizo la publicación de la licitación con la venta de pliegos para que las empresas empiecen a poner las barbas en remojo. Una altísima fuente oficial dijo en off que ninguna tiene el contrato seguro y que tendrán que ponerse a tono con los nuevos requerimientos si quieren entrar en el nuevo esquema.

Como gran novedad, aparecerán las líneas troncales. Servicios que atravesarán todo el Gran San Juan de Este a Oeste y de Norte a Sur, con carriles exclusivos por avenidas principales. A esos recorridos se sumarán otros secundarios, ajustados al nuevo plano de la zona urbana, considerando también los distintos nodos como el Centro Cívico, por mencionar el más relevante.

El servicio podría extenderse hasta alrededor de las 2 de la madrugada, aunque esto no figura explícitamente en el pliego. Se trata de una flexibilidad posible, porque hasta esa hora los choferes suelen estar en circulación mientras se van aproximando al estacionamiento de sus respectivas empresas, para guardar las unidades hasta el día siguiente. 

La intención oficial es que incluso las personas que hayan salido a disfrutar de una cena puedan contar con el transporte público para volver a casa. No está en consideración un servicio nocturno completo, como por ejemplo sucede en Buenos Aires.

Las unidades tendrán que incorporar paulatinamente climatización y rampas para facilitar el acceso a personas con alguna dificultad motriz. Es algo que ya vinieron implementando las empresas cuando sumaron coches cero kilómetro. Pero todavía quedan muchos vehículos fuera de norma en circulación. Será interesante ver el plan privado para acomodarse a las nuevas exigencias, cuando el discurso monocorde de la ATAP es que la rentabilidad se cayó rotundamente por la cuarentena y el distanciamiento social.

Ese será el otro factor no anticipado que tendrá incidencia en la nueva licitación: los tiempos de coches atestados de pasajeros difícilmente vuelvan. Las ecuaciones de costo-beneficio tendrán que estimarse bajo los nuevos parámetros. Queda mucha discusión por delante, aunque el diálogo está abierto.

Pero el diálogo siempre puede traer aparejados algunos ruidos. Por ejemplo, esta semana circuló la versión entre los choferes, de que con la nueva licitación podrían perderse puestos de trabajo. Si una empresa no gana un recorrido, la consecuencia inmediata sería el despido masivo. Por eso el secretario general de la UTA, Marcelo Maldonado, pidió una reunión con el gobernador y la ministra Fabiola Aubone. El encuentro, llevado a cabo el martes, fue breve pero contundente.

Uñac garantizó que no se perderá un solo empleo. Y Maldonado ratificó su total apoyo a la licitación. El sector empresario quedó, al menos por el momento, arrinconado frente a la sociedad política entre la autoridad institucional y el sector sindical. Para el Poder Ejecutivo fue altamente positivo sumar el respaldo irrestricto de los choferes. 

De este modo, los trabajadores ya no serán fuerza de choque en representación del capital privado. Era una de las posibilidades incubadas en el contexto de la licitación. Podía funcionar como factor de presión, pero fue desactivado rápidamente.

Maldonado se ocupó de traslucir ese alineamiento con Uñac cuando salió a plantear públicamente que los choferes estarían de acuerdo en trabajar toda la noche, siempre y cuando estuviesen dadas las garantías de seguridad. Nunca estuvo en los planes oficiales el servicio nocturno y el sindicalista lo sabía. Su expresión tuvo más que ver con visibilizar de qué lado está posicionada la UTA, en la antesala de una negociación que puede tornarse tensa.

El servicio de transporte público de pasajeros tiene altos niveles de disconformidad entre los pasajeros. A diario la línea de mensajes de Whatsapp de Canal 13 San Juan recibe quejas de todo tipo. Con la licitación se renuevan las expectativas de que el sistema mejore. La provincia está aportando subsidios por 122 millones de pesos mensuales, más otros 50 millones que vienen de Nación, para contener la tarifa pero al mismo tiempo, para cuidar la rentabilidad del sector. Llegó el momento de la reciprocidad. Sin el compromiso empresario será inviable.


JAQUE MATE