OPINIÓN

San Juan, el barbijo de Bolsonaro y el triángulo perfecto

El derrumbe de la economía brasileña empuja a Uñac a buscar otros horizontes. Hubo un par de encuentros cruciales de alto nivel.
miércoles, 8 de julio de 2020 · 13:27

Fue una síntesis perfecta. El presidente brasileño Jair Bolsonaro se quitó el barbijo frente a los periodistas, justo para anunciar que su testeo había dado positivo. Tiene Coronavirus. Afortunadamente sin síntomas graves. Pero cayó infectado igual que otros 1,6 millones de compatriotas suyos. El gigante y poderoso país sudamericano, socio mayoritario del Mercosur, llora más de 66.700 muertes causadas por esta pandemia. No caben las comparaciones con Argentina, no tendría sentido hacerlas. Hubo apuestas diferentes y los resultados provisorios están a la vista.

La anécdota de Bolsonaro, esperando que su tránsito por la enfermedad sea leve, en realidad le pone un condimento adicional a un tema más frío que la pérdida de vidas humanas, pero igualmente preocupante. La economía de Brasil caerá al menos 9,1 por ciento al finalizar este año dramático, por efecto de la peste, según la proyección del Fondo Monetario Internacional. Con o sin cuarentena, el daño económico resulta inevitable.

Frente a esta realidad tangible, Argentina tiene un problema mayúsculo. El intercambio comercial con el exhuberante país amazónico lógicamente se va a resentir. La provincia no podrá escapar a esta ola. Lo dijo el gobernador Sergio Uñac el 18 de junio al lanzar oficialmente el Acuerdo San Juan. Si la economía mundial va a caer, si la economía nacional va a derrumbarse, no hay razones para suponer que esta jurisdicción saldrá intacta del traumático 2020. También aquí las cosas se pondrán aún más difíciles. El desafío será entonces morigerar el impacto y reducir sus consecuencias. Para algunos, las pérdidas se cuentan en rentabilidad. Para otros significa directamente el plato de comida.

Desde el mosto hasta la uva de mesa y especialmente las pasas sanjuaninas tienen buena parte de su mercado en Brasil. Si allá los reales se vuelven escasos, las compras también serán mezquinas. Los especialistas podrán hacer las proyecciones. Para quien gobierna, son momentos de poner mucha política en el medio. Política bien entendida. Política de Estado.

Es tiempo de abrir las fronteras. Paradójicamente, cuando la provincia y el país tienen el más estricto control aduanero para frenar el ingreso del Covid-19, es hora de facilitar la salida. Hubo un favor de la naturaleza que se está sintiendo en las exportaciones de vinos a granel, que crecieron el 153 por ciento entre enero y junio de 2020, de acuerdo al último informe oficial del INV. La mala cosecha europea y en el Hemisferio Norte en general disparó la demanda. Increíble, pero cierto: en plena pandemia el comercio exterior de vinos funcionó muy bien.

Sin embargo no se puede depender eternamente de la ruleta climática. Hace alrededor de una semana, el gobernador Sergio Uñac tuvo una videoconferencia con el segundo de la embajada argentina en China, Sabino Vaca Narvaja. En esa charla se habló del día después de la cuarentena y de abrir nuevos mercados para la producción sanjuanina. El exsenador Ruperto Godoy fue gestor y testigo de ese encuentro virtual. En el gigante asiático el pocitano dejó una buena imagen cuando firmó el hermanamiento con la provincia de Shandong. Solo ese distrito tiene una población de unos 100 millones de habitantes. El equivalente a dos Argentinas y media.

San Juan debe salir a golpear las puertas del mundo, aún en este contexto de cierre total, de reacciones proteccionistas. Por eso Uñac también mantuvo un contacto telefónico con una vieja conocida, Alicia Castro, actual embajadora argentina en Moscú. Y por eso también tiene pendiente un acercamiento con el embajador albertista en Washington, Jorge Argüello.

De China a EEUU, pasando por Rusia, se logra trazar un triángulo comercial capaz de neutralizar las ideologías. Para el mercado, los fanatismos no van. Mucho menos cuando el mundo entero parece caerse a pedazos pero, más temprano que tarde, empezará a ponerse de pie. La clave sería ubicarse en el lugar correcto, en el momento indicado. Habrá que afinar el GPS y recalcular las estrategias. Repensar San Juan hacia adentro va de la mano con esta otra mirada global.


JAQUE MATE