OPINIÓN

El barro salpicó para todos lados

De la confesión de Verbitsky a una sospecha permanente que no dejó rincón sin enchastrar. ¿Y por casa, cómo andamos?
lunes, 15 de marzo de 2021 · 12:23

Nadie puede alegar su propia torpeza. El gobierno de Alberto Fernández sigue y seguirá pagando el enchastre innecesario del 'vacunatorio VIP' confesado por Horacio Verbitsky. Ginés González García tuvo que dejar abruptamente el Ministerio de Salud por la puerta de atrás pero la medida no satisfizo la crítica opositora. Ni restituyó la confianza. El barro salpicó para todos lados. Las provincias no quedaron a salvo, lógicamente.

Se montó una militancia mediática por equipos, bien agrietada. Unos pusieron la lupa sobre los operativos de vacunación de los gobernadores justicialistas o alineados con la Casa Rosada. Otros, apuntaron hacia los distritos gestionados por el macrismo. Con mayor o menor frecuencia aparecieron noticias referidas a la discrecionalidad eventual. 

El caso más grosero y reciente fue el del ministro de Salud de Corrientes, el radical Ricardo Cardozo. Chocó y le encontraron en su camioneta una conservadora con unas 900 dosis. Las explicaciones que dio no calmaron la furia popular. No fue para menos.

¿Y por casa, cómo andamos? La jefa de Epidemiología, Mónica Jofré, accedió a hablar en vivo en Banda Ancha el pasado viernes, para responder preguntas ciudadanas comunes sobre la vacunación. Llegaron los mensajes y la mayoría giró en torno de las fechas. Cuándo llegará el turno de las personas con comorbilidad que no son adultas mayores, fue uno de los más recurrentes.

Ingresó uno bastante previsible también: '¿Qué pasa con los vacunados VIP de San Juan?'. La única alternativa correcta era trasladar la inquietud a la funcionaria. Fue así como se hizo al aire.

Jofré respondió sin titubeos. 'Nosotros hemos tenido una campaña totalmente transparente. Desde el minuto cero se llamó a vacunar a todos los equipos de salud que les correspondía', contestó. Es decir, se priorizó al personal que había estado expuesto en la trinchera desde el minuto cero. Luego habló sobre la exposición pública que tuvo todo el operativo.

'El estadio estuvo abierto. Fue mucha gente la que participó y la vacuna estuvo principalmente ahí. El resto de las dosis quedó guardada. Es testigo el personal de seguridad que está custodiando las vacunas en el Vacunatorio Central'.

Aunque extenso, vale la pena dejar plasmado el textual, tratándose de un asunto tan doloroso, tan inaceptable ante la más mínima sospecha. Ahora bien, la consulta legítima del televidente merece también un poco de análisis.

La persona que consultó '¿qué pasa con los vacunados VIP en San Juan?' dio por hecho que existen. No porque tenga pruebas o haya escuchado un testimonio de primera fuente, sino porque hay un clima de manoseo que bajó directamente desde Buenos Aires y percudió al resto del país. Y porque hay una larga tradición de acomodos aprendida de generación en generación, tanto en el ámbito público como en el privado. Natural. Incorrecta. Argentina. Sanjuanina.

El problema en este caso, valga la obvia aclaración, es que no se trata de colarse en la fila del banco, sino de jugar con la esperanza de sobrevivir. La explosión de demanda que ocurrió el viernes pasado en el sitio oficial del Gobierno de San Juan por las vacunas para adultos mayores de 70 años es la prueba cabal de la urgencia.

Según una fuente oficial, hubo 26.000 personas en simultáneo que 'atacaron' el sistema apenas se habilitó a las 10 de la mañana. Eso hizo colapsar todo. Tuvieron que dedicar más servidores. Ampliar la capacidad de carga virtual de formularios. Debió haberse previsto. Fue otro aprendizaje a la fuerza. Las vacunas son el único salvavidas frente al enemigo invisible, más allá de los recaudos protocolizados, el distanciamiento, el tapabocas y el alcohol en gel.

Por eso la menor sospecha de un desvío lastima la fibra más sensible. Hasta el momento han fallecido más de 430 sanjuaninos y sanjuaninas por Covid 19. Más de 53.000 personas perdieron la vida por esta peste en Argentina. El promedio de edad está por encima de los 70 años. No debe ser fácil pertenecer a esa franja etaria y sentirse un peón de ajedrez. El primero en la primera línea, el más vulnerable. 

'Estamos esperando las dosis para tener la inmunidad de rebaño', reconoció la ministra de Salud Pública, Alejandra Venerando, el pasado jueves en el programa 'La Justa', también por Canal 13. 'Así como pasó en el resto del mundo es probable que nos llegue la segunda ola a la provincia', advirtió la funcionaria.

Es una pesadilla sentir miedo hace más de un año. Y saber que todavía queda bastante tiempo de combate por delante. La vacuna equivale a un escudo protector. No disipará el riesgo de contagio, en absoluto, pero atenuará los efectos de la enfermedad en caso de contraerla. Por lo tanto, esa oportunidad no podría jamás convertirse en un privilegio. Es simplemente un derecho. Un derecho de todos y todas. Ojalá se haya grabado a fuego.


JAQUE MATE