OPINIÓN

Eso que comparten Uñac y Orrego

Hasta última hora se estarán mirando por encima del hombro. Preocupaciones en común para definir listas.
viernes, 23 de julio de 2021 · 09:00

Hasta última hora se estarán mirando por encima del hombro entre los dos principales frentes electorales que disputarán las bancas legislativas nacionales. Aunque cada uno tenga sus particularidades, igualmente comparten un conflicto interno en común. Es un dilema, en realidad. Por un lado, barajan la oportunidad de abrir el juego y presentar más de una lista, para captar la atención de la gente. Por el otro, temen que esa apuesta pueda generar algunas fisuras difíciles de reparar a futuro.

Esta lectura no implica desconocer el protagonismo que puedan tener los otros competidores en carrera: el Frente Consenso Ischigualasto y el Frente de Izquierda. Ambos tendrán por supuesto su cuota de representatividad en las elecciones primarias del 12 de agosto y en las generales del 14 de noviembre. Pero desde el uñaquismo al orreguismo y viceversa están midiéndose con detenimiento, con la certeza de que otra vez confrontarán en un comicio muy polarizado.

Si Marcelo Orrego presenta dos listas -o más- Sergio Uñac se vería en la obligación de ofrecer también un menú de opciones. Si el santaluceño juega con una sola alternativa, el pocitano podría también apostar por la unidad. Por supuesto que las conjeturas son mucho más complejas pero la síntesis vale para entenderlo fácilmente.

A la inversa funciona el razonamiento también. Si Uñac pone por un lado una lista justicialista y por el otro una lista bloquista, Orrego quedaría en desventaja al ofrecer una sola alternativa y tendría que fabricar la interna para no perder protagonismo.

Aquí empiezan las aclaraciones imprescindibles. El partido de Orrego, Producción y Trabajo, jugará con candidata propia, muy posiblemente con Susana Laciar. Le ofreció el segundo lugar a Rodolfo Colombo y esperaba hasta anoche su respuesta, para resolver en consecuencia. El fundador de ACTUAR tenía entonces una propuesta para acompañar, otra vez, como en 2017 y en 2019. Pero también tenía la chance de armar aparte y confrontar en la primaria. Claro, eso implicaría enfrentarse a la fuerza más importante de Juntos por el Cambio en San Juan, que es obviamente el orreguismo. Final abierto.

Colombo fue tratado con preferencia igualmente. El segundo lugar en la lista fue solicitado por el PRO, por la UCR y por Dignidad Ciudadana. Pero todos quedaron a expensas de conocer primero la respuesta del actuarista. Fue un gesto de Orrego, para darle el reconocimiento al eterno candidato a intendente de Capital que hizo su aporte siempre al espacio, con votos.

De todas maneras, Colombo tenía aspiraciones serias para llegar al Congreso y a esta altura la única opción que le queda es jugar con lista propia y confrontar con Producción y Trabajo. ¿Lo haría en soledad? ¿Ningún otro partido lo acompañaría en la quijotada? Posiblemente el radicalismo le brindara su estructura provincial, pero Orrego ya intervino para tener a la UCR consigo.

Por otro lado, Colombo no estaría dispuesto a poner en juego la sociedad política que tiene con Orrego por una desavenencia en 2021. El ojo está puesto en 2023. El santaluceño es candidato puesto para la gobernación y el actuarista está decidido a permanecer con los pies dentro del plato, como se dice habitualmente en política.

Si bien Orrego apostaba anoche a que Colombo accediera a conformar una lista de unidad, porque sería lo mejor para la relación entre ambos, también le preocupaba que ese acuerdo lo pusiera en desventaja con el oficialismo, si finalmente Uñac presentaba dos alternativas, una justicialista y otra bloquista. No estaba tampoco del todo claro.

Aunque el gobernador había planteado desde el arranque esa posibilidad, también había ciertas reservas acerca de cómo podía influir en las relaciones internas del Frente de Todos una campaña que pudiera volverse acalorada con el correr de los días. Tal vez no a nivel provincial, pero sí en algún departamento. Por ejemplo: ¿qué sucedería en Chimbas, donde nuevamente confrontarían el intendente Fabián Gramajo y el diputado Andrés Chanampa? ¿Estarían en condiciones luego de estrecharse la mano y seguir para adelante como si aquí no hubiera pasado nada? Difícil.

El bloquismo bajo la conducción de Luis Rueda tiene aspiraciones a una mayor autonomía, a recuperar la boleta con la estrella impresa. Pero como socio estratégico del justicialismo, terminará acomodándose a la conveniencia del proyecto. Y esa valoración dependerá en buena medida de lo que vean que está armando Orrego. El huevo o la gallina.

Todo esto sucede con un condimento adicional y es la falta de interés de la ciudadanía. Involucrar a los sanjuaninos y las sanjuaninas en un proceso electoral de mitad de mandato cuando las urgencias pasan por otro lado, será una meta compleja.

Poner lista de unidad entonces sería equivalente a no molestar. Hacerle más sencilla la vida a los electores. Reducir la PASO a un anticipo de la general, como tantas veces ya sucedió desde que se implementaron las primarias obligatorias. Sin embargo, poner una lista de unidad también conspira contra el interés. Si no hay nada que elegir, entonces la atención pública costará el doble.

Este sábado será la hora de la verdad, porque vencerá el plazo para inscribir listas. Este viernes igualmente podrían precipitarse las decisiones, porque si hay otro rasgo común al Frente de Todos y al Frente Juntos por el Cambio, es que los dos tienen conducciones verticales. Un jefe. Y una sola lapicera.


JAQUE MATE