JAQUE MATE

Gramajo, Daniela y sus abuelos

Contra las acusaciones de nepotismo, el intendente chimbero Fabián Gramajo contestó con mucha más familia. Su futuro político, todavía incierto.
miércoles, 21 de diciembre de 2022 · 10:30

Contra las acusaciones de nepotismo, el intendente chimbero Fabián Gramajo contestó con mucha más familia este martes en Banda Ancha. Defendió la candidatura de Daniela Rodríguez, su esposa, como continuadora del proyecto municipal en 2023. Y habló de su propio futuro político, todavía incierto, apelando a una vieja máxima familiar. Una sugestiva coordenada acerca de la capacidad de esperar.

A esta altura no debería espantar a nadie decir lo que es vox populi en cualquier mesa política, tanto del oficialismo como la oposición: Gramajo está en el banco de recambio, compartiendo esa capilla con otros referentes que abrigan la expectativa de suceder a Sergio Uñac

El intendente chimbero ha guardado extrema cautela en sus declaraciones. Cualquier expresión por encima de lo tolerable podría ser interpretada como una ruptura con el gobernador. No lo hizo hasta ahora y no parece dispuesto a jugar desde la confrontación. Por el contrario, siguió abonando la alianza estratégica, apoyando en público un nuevo mandato de Sergio.

La candidatura del gobernador por otro mandato ya fue puesta en discusión a través de una acción declarativa de certeza que presentó el viernes pasado el partido Dignidad Ciudadana, integrante de Juntos por el Cambio. Buscan obturar la postulación de Uñac, al entender que está cursando su tercer periodo consecutivo. Le cuentan como primeros cuatro años los que desempeñó como vice, entre 2011 y 2015.

Es una lectura constitucional que comparte el giojismo. Esa otra pata peronista que rivaliza con Uñac no ha llevado la cuestión a los Tribunales como sí hizo la oposición. Pero estará atenta a la resolución judicial. Nunca será la misma elección con el gobernador en carrera que sin él. 

Uñac sigue siendo altamente competitivo en términos de imagen. Por lo tanto, su repentina desaparición de la grilla de largada alteraría sustancialmente las condiciones para todos los competidores. Y esto vale tanto para Juntos por el Cambio como para el colorido abanico que cobija el Frente de Todos.

José Luis Gioja, que todavía no lanzó su candidatura a gobernador, podría quedar como la figura más fuerte en la oferta del oficialismo sin la sombra de Uñac. Pero hay otro segmento de dirigentes que están encolumnados con el gobernador que también podrían salir a la cancha si finalmente Sergio se viera impedido de jugar. En ese grupo hay que anotarlo a Gramajo.

El chimbero no es el único, para nada. También está el intendente de San Martín, Cristian Andino. En encuestas preliminares los midieron a ambos, a la par de dos ministros: el de Desarrollo Humano, Fabián Aballay, y el de Gobierno, Alberto Hensel. Pero eso es historia conocida.

El don de la paciencia correrá tanto para Gramajo como para el resto. Habiendo decidido sostener la candidatura de Uñac, incluso antes de que el gobernador formalice el anuncio, se inhiben de hacer cualquier otro movimiento. Por ahora, cada cual atiende su territorio, que no es poca cosa.

Andino buscará heredero o heredera en San Martín, Hensel podría regresar a Sarmiento y Aballay a Pocito. Mientras, Gramajo ya coronó a Daniela Rodríguez como la sucesora. Pero evitó hacerlo por la imposición del dedo señalador. Hilvanó los apoyos de distintos sectores no solo del peronismo sino de organizaciones civiles. Y solo cuando existió el consenso suficiente, se puso por escrito y se proclamó la candidatura por unanimidad.

Daniela ya venía en carrera. Desde marzo de 2020 se convirtió en la vicepresidenta del PJ a nivel provincial, segunda autoridad partidaria detrás de Uñac. Siempre fue militante de base pero finalmente le tocó asumir un rol de mayor protagonismo. Y eso trajo aparejado un costo, lógicamente.

El diputado departamental Andrés Chanampa, que también se lanzó por la intendencia de Chimbas, acusó a los Gramajo de cerrar el círculo a lo estrictamente familiar. Fue una crítica servida en bandeja, porque es innegable el vínculo entre uno y otra. Sin embargo, el jefe comunal redobló la apuesta este martes en Banda Ancha.

Dijo que las cosas sucedieron a la inversa de lo que muchos imaginan. Que Daniela fue quien lo acercó a la política a él. Que ella heredó la vocación de su abuelo, Orlando Rodríguez, exdiputado departamental. Por lo tanto, el lazo de sangre peronista no sería motivo de pudor sino de orgullo. Siempre estarán las urnas para dirimir el debate.

Si la rivalidad interna es la que presenta el bloquismo, para Gramajo está bien. Considera que el peronismo logró superar las viejas rencillas que caracterizaron al temperamental departamento del Norte. La siguiente pregunta, lógica, vino a continuación.

¿Se quedará Gramajo en Chimbas? 'Todavía no sé', contestó sin filtro. No negó ninguna alternativa. No cerró ninguna puerta. Se mostró expectante a 'las decisiones que se van tomando'. Muchas de esas decisiones no dependen de él.

Reconoció que hay conversaciones, sin abundar en detalles. Sobran los detalles. Hay diferentes puntos de vista dentro del propio uñaquismo. Están los ortodoxos que no imaginan ningún escenario sin Sergio a la cabeza. Y están los otros.

'Vamos a esperar a ver qué decisiones toman Sergio, José Luis, la oposición', dijo Gramajo en Canal 13. En verdad, ninguna de esas primeras figuras ha declarado públicamente sus intenciones. Hay sospechas, hay conjeturas e hipótesis. Poco más. Frente a eso, Gramajo vuelve a la herencia familiar.

Se lo dijo su abuelo: 'despacito se llega lejos y preguntando, m'ijo, se llega pronto'. Sabias palabras que ponen pausa las apetencias. Y obligan a escuchar mucho antes de decidir.

 

JAQUE MATE