OPINIÓN

La frase giojista de Gramajo para los giojistas

Salido de 2003, el enunciado tiene toda una historia que vale la pena recordar. Protagonistas de ayer y de hoy, trenzados en la interna peronista.
viernes, 18 de febrero de 2022 · 12:50

Eran tiempos de profundas divisiones. Allá por 2003, el país estaba hecho trizas después del colapso de la convertibilidad, el corralito y el estallido de 2001. El peronismo llegó a las elecciones presidenciales con tres candidatos paralelos: Carlos Menem, Adolfo Rodríguez Saá y Néstor Kirchner. Así también, en tres, se dividió el PJ en todo el país. San Juan no fue la excepción.

Para el regreso de Menem se anotó el exgobernador Jorge Alberto Escobar con su tropa. También algunos bloquistas como el entonces ministro de Economía Enrique Conti. Para Rodríguez Saá militó Roberto Basualdo, en esos años vicepresidente del peronismo sanjuanino. Con él se llevó a una parte importante del partido. Y para Kirchner -por intermediación de Eduardo Duhalde- jugó José Luis Gioja, que era senador además de conductor del PJ en la provincia.

El peronismo compitió dividido en tres en las elecciones de 2003

Eran los pedazos que habían quedado después de la implosión nacional. El traspaso en la Casa Rosada fue el 25 de mayo de 2003. Las elecciones en San Juan quedaron para el segundo semestre. En su campaña, Gioja desplegó varias frases de reconciliación. 'Hay esperanza', fue una de las más repetidas. Y una que apelaba a dejar de lado las peleas intestinas: 'nadie sobra, nadie está de más'.

Al estallido nacional San Juan también le había sumado la destitución del gobernador Alfredo Avelín en agosto de 2002. La confrontación intestina había escalado a niveles inimaginables. Han pasado casi 20 años de aquella campaña, pero para los peronistas, en particular para los giojistas, el recuerdo todavía tiene peso específico.

Por eso no pareció inocente el intendente de Chimbas, Fabián Gramajo, cuando el miércoles pasado en Banda Ancha prácticamente parafraseó a Gioja, para dirigirse al giojismo y llamar a la reconciliación. 'Nadie está de más, nadie sobra', dijo el jefe comunal del Norte. Con una sutil diferencia. Apenas invirtió el orden. Pero fue, palabra por palabra, la misma arenga que usó el exgobernador para llegar por primera vez al sillón de Libertador y Paula.

No es comparable el escenario actual con el de 2003, los contextos son muy diferentes. Pero hay un punto de contacto y son las tensiones internas que se terminaron de manifestar cuando el uñaquismo promovió en la Legislatura la eliminación de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias. Los diputados del giojismo se opusieron abiertamente, se levantaron del recinto, llevaron el asunto a la Justicia y terminaron rompiendo el bloque. Todo, por supuesto, bajo la batuta del exgobernador y actual diputado nacional.

Entre fin de año y comienzos de 2022 pulularon los perfiles en redes sociales que empezaron a alentar el regreso de Gioja a la gobernación, algo que lo confrontaría de manera directa con Sergio Uñac. Hasta ahora no son más que operaciones. Pero tienen un efecto político y es agravar la interna.

Gramajo, que esta semana tuvo una charla a solas con Uñac, reapareció este miércoles en Banda Ancha y dejó un mensaje nítido, en clave giojista dirigido a los giojistas: tienen que volver al bloque del PJ en la Legislatura, tienen que dar la discusión adentro y, en definitiva, respetar la conducción partidaria.

Pero no lo puso en términos de verticalidad ciega, sorda y muda, sino como una apelación al peronismo clásico, ese movimiento pragmático y camaleónico que supo adaptarse al poder en cada época. 'Hay que dialogar más, hay que profundizar ese diálogo. Tenemos que estar todos. Acá nadie está de más, nadie sobra', dijo Gramajo delante de las cámaras.

Lo que hizo en público también lo viene trabajando en privado. Nunca cortó vínculos con el giojismo y hoy puede hacer valer esa carta. Tiempo atrás fue sospechado de estar preparando el salto. Pero a la hora de jugar, siempre lo hizo con la conducción orgánica, con Uñac. Incluso fue candidato del uñaquismo en la interna partidaria del 15 de marzo de 2020. Su esposa, la concejal Daniela Rodríguez, es la vicepresidenta del Consejo Provincial, segunda autoridad debajo del mismísimo gobernador.

El abrazo de Uñac y Gramajo, como símbolo de convivencia política.

Pero Gramajo jamás le cerró la puerta a Gioja y los suyos. Con bajo perfil, recibió y sigue recibiendo a dirigentes del más amplio abanico. A la par de la gestión municipal, cuida meticulosamente lo político. A veces con buen resultado, otras no tanto. Pero es un aspecto que le preocupa y le interesa.

En Banda Ancha el intendente se metió solo en la polémica por la eliminación de las PASO. Dijo que se puede estar de acuerdo o no, pero el peronismo siempre debe interpretar lo que quiere la gente. Insistió con las encuestas. Esas que reflejaron que el 70 por ciento ya no quiere ir a las urnas dos veces en el año. 

Y cerró con una sentencia: 'más allá de cuál sea el mecanismo, la que siempre termina eligiendo es la gente'. Otra frase salida del manual giojista. 'La gente nunca se equivoca', repitió en incontables ocasiones el ahora diputado nacional. 

Gramajo definió también su apoyo al gobernador para la re-reelección el año que viene. 'Lo veo bien a Sergio en 2023', dijo el intendente y fue suficiente para que tomaran nota satisfactoria en Libertador y Paula. El chimbero terminó así de despejar las dudas sobre su encolumnamiento. Tiene altas aspiraciones políticas personales, pero no estaría dispuesto a estrellarse en una confrontación con el uñaquismo, como algunos llegaron a profetizar.

Dijo que no está pensando en 2023, cosa que resulta bastante difícil de creer. Es un hombre de la política y nadie podría imaginarlo yéndose a su casa después de culminar su segundo mandato municipal. Se sabe de buena fuente que no está en sus planes competir por la banca de diputado departamental. Pero poco más se puede anticipar acerca de sus movimientos. Tal vez sea una pista este oficio de tender puentes.


JAQUE MATE