JAQUE MATE

Juntos por el Cambio pone a prueba sus afectos y desconfianzas

Costará mucho imaginarse a Colombo ausente en Capital el año que viene. Aparece en cada ensayo previo. Por eso hay planteos internos en Producción y Trabajo. Ya hablan de una PASO en serio.
martes, 28 de junio de 2022 · 10:30

Por enésima vez, los propios le pidieron a Marcelo Orrego que abra el juego en Capital. Que no le adjudique una candidatura a un solo precandidato a intendente. Que abra la competencia de verdad, en condiciones parejas para todos. Y que gane el mejor. Varias cosas tienen que suceder antes para que Juntos por el Cambio pueda superar esta prueba.

La última vez hubo dos precandidatos en Capital dentro del Frente Con Vos, la versión 2019 de Cambiemos. Se enfrentaron en una competencia muy asimétrica Rodolfo Colombo y el joven radical Martín Sassul. Fue suficiente, sin embargo, para presentar hacia afuera una oferta democrática y dejar en manos de la ciudadanía la decisión.

A la postre, Sassul tuvo que enfrentarse a un peso pesado como Colombo, que además había llegado a un acuerdo con el orreguismo: Guido Romero declinó sus aspiraciones y se pasó al casillero de diputado departamental para evitar una confrontación de otro calibre. Ese gesto de Producción y Trabajo sirvió para descomprimir la interna.

El joven radical tuvo un módico respaldo en las urnas, que no alteró en lo más mínimo al fundador de ACTUAR. En frente se disputaba una interna mucho más picante, entre los justicialistas Franco Aranda y Emilio Baistrocchi, con resultados ya conocidos. Todo esto hizo que la primaria del Frente Con Vos en el departamento se viera reducida a su mínima expresión.

Dos años después, Orrego no cedió. Colombo barajó la posibilidad de ser candidato a diputado nacional pero esta vez Producción y Trabajo impuso una figura propia, Susana Laciar. Si ACTUAR quería ir a la interna, podía hacerlo. Hubiera sido un choque interesante de ver, con consecuencias impredecibles. Pero no sucedió.

Colombo optó por correrse a un costado y apoyar explícitamente a Laciar. Fue una muestra de confianza en el proyecto a mediano y largo plazo. 'Hay 2023', habrá pensado el histórico dirigente capitalino.

Costará mucho imaginarse a Colombo ausente en Capital el año que viene. En la previa ha contestado con frases hechas, de libre interpretación. Que siempre tuvo la vocación de conducir los destinos de su departamento pero que ACTUAR tiene muchos dirigentes en condiciones de encabezar el proyecto. Que es pronto para hablar de candidaturas. Que la gente tiene otras urgencias antes que escuchar a los políticos.

Pero costará mucho imaginarse a Colombo ausente de Capital en 2023. En cada ensayo interno, su figura está en la línea de largada. Por las dudas. Por eso con cierta premura empezaron a anotarse otros aspirantes. Nuevamente el basualdista/orreguista Romero, esta vez dispuesto a dar pelea. También el flamante presidente de Dignidad Ciudadana, Gustavo Fernández. Por supuesto la lista no se podría jamás cerrar en este puñado de nombres. Habría que contar además alguna figura del PRO, algún radical, algún bloquista disidente. 

Romero ya le planteó abiertamente a Orrego que Producción y Trabajo, su propio partido, quiere luz verde para competir. Antes lo había hecho el exconcejal Gonzalo Campos, quien terminó yéndose con un portazo cuando advirtió el acuerdo para desactivar la contienda en 2019.

'Veremos un poco el juego de los consensos, cómo nos acomodamos', dijo Romero este lunes en Banda Ancha. 'Creo que las disputas internas hacen bien, siempre y cuando exista el compromiso de acompañar al que gane', sostuvo el abogado. Es una verdad de perogrullo. Pero nunca hubo garantías de unidad post-primarias desde que entró en vigencia la ley.

Todo este análisis está condicionado a que la justicia restituya definitivamente las PASO, que fueron derogadas por ley de la Legislatura el 16 de diciembre pasado. Hubo un fallo en primera instancia que validó las primarias y esta semana, el próximo jueves, podría pronunciarse la Cámara Civil al respecto. Hasta tanto eso suceda, pedir competencia interna para definir candidaturas es un dibujo en el aire. 

No hay reglas electorales firmes. Pero las habrá, inevitablemente. Más temprano o más tarde, quedará el régimen de votación perfectamente ajustado. La dirigencia política, la misma que dice que no es hora de hablar de candidaturas, está en sus marcas. ¿Por qué? Por dos razones.

La primera, porque hay altas chances de que Sergio Uñac desdoble las elecciones provinciales de las nacionales y las adelante considerablemente, con lo cual el calendario podría empezar a correr apenas se inicie 2023. 

La segunda razón es que, si hay elecciones anticipadas, el que no esté instalado no aparecerá en ninguna encuesta. Y el que no mueva la aguja, no tendrá argumentos para pedir que lo habiliten para competir. Entonces el momento de salir a la calle es ahora. Y es lo que está sucediendo. El trabajo de territorio se activó hace rato. Sucederá con mayor ímpetu desde el viernes. Oficialmente habrá empezado el segundo semestre.

Otra vez Orrego está escuchando desde el interior de su propio partido político el clamor histórico: que compitan con alguna figura de Producción y Trabajo. Si hasta ahora nunca consiguieron ganar en el municipio y siempre lo intentaron con aliados, tal vez llegó el momento de hacer lo mismo que en Santa Lucía y en Rivadavia. Es decir, jugar con un paladar negro.

Orrego tendrá que sopesar costos y beneficios, seguramente. Ha conseguido amalgamar Juntos por el Cambio en San Juan, minimizando los ruidos internos. Incluso ha logrado aislarse de los escándalos nacionales que periódicamente llegan con retardo, cada vez que Mauricio Macri hunde el cuchillo en Buenos Aires.

Habilitar una interna amplia en Capital en 2023 le permitiría a Juntos por el Cambio sumar en el escrutinio la noche de las PASO, aunque luego trasladar eso a la general sería cuestión aparte. Pondría al oficialismo en situación de tener que abrir el juego para varias listas, para no perder protagonismo frente al electorado.

Falta mucho o muy poco, según como quiera mirarse. Como se sabe, en política el tiempo es relativo. Y por debajo pasa mucho más de lo que se muestra hacia afuera.


JAQUE MATE