JAQUE MATE

Porteñocentrismo explícito

Mientras en San Juan la atención estaba lógicamente monopolizada por la negociación salarial docente, en Buenos Aires se jugaba otro partido que involucraba a esta provincia, a 1.200 kilómetros de distancia.
viernes, 3 de junio de 2022 · 11:25

Mientras en San Juan la atención estaba lógicamente monopolizada por la negociación salarial docente, en Buenos Aires se jugaba otro partido que involucraba a esta provincia, a 1.200 kilómetros de distancia. Sucedió durante la rendición de cuentas del Jefe de Gabinete, Juan Manzur, ante el Senado. Fueron largas horas de exposición sobre los temas más diversos. Pero uno en particular irritó a la prensa porteña: la redistribución de subsidios al transporte público de pasajeros.

Manzur habló de industria, de inflación, de obras públicas, de combustibles. Pero todo eso quedó en segundo plano. Hubo un título repetido, copiado y pegado hasta el infinito. Fue llamativa -o no tanto- la absoluta coincidencia editorial. Los medios de comunicación más consumidos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y alrededores -también muy leídos en San Juan- saltaron a la yugular del jefe de Gabinete por lo que definieron como un 'tarifazo' en los colectivos porteños.

Todos encendieron el alerta por el 'castigo' inminente. Manzur dijo que las 32 líneas de colectivos que prestan servicio en CABA tendrían que ser financiadas en su totalidad por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. Y anunció un aumento inminente del 40 por ciento en el pasaje en ese distrito. Es decir que el boleto para ellos subiría 7 pesos. Ese sería el 'tarifazo'. Terminarán pagando 25 pesos. Ese mismo viaje en San Juan cuesta 38 pesos.

El contraste es notable. Y escandaloso. Pero hay provincias que están mucho peor. En La Pampa ese primer tramo vale 54 pesos, en Córdoba, Santa Fe y Rosario, prácticamente 70 pesos. La diferencia entre unos y otros está en los aportes que hace cada gobernador. Aquí en San Juan el Poder Ejecutivo aporta 157 millones de pesos mensuales con recursos propios, para sostener la rentabilidad de las empresas sin trasladar todo el peso al bolsillo de los usuarios.

Aún así, a pesar del enorme esfuerzo económico, San Juan tuvo que soportar el paro de choferes de la UTA que estalló en el interior del país. El motivo del conflicto fue que los empresarios no accedían a igualar el convenio salarial que habían cerrado en Buenos Aires. Pretendían dar menos aumento de sueldos en el interior que en la capital. ¿Por qué? Porque hay una enorme desigualdad en el reparto de subsidios nacionales.

Sergio Uñac activó una movida federal para darle un corte a este escandaloso privilegio para algunos, que perjudica al resto. A través de los senadores sanjuaninos del Frente de Todos presentó un proyecto de ley para poner todos los subsidios nuevamente dentro de la bolsa y establecer un criterio de distribución justo. Por supuesto, esto significa sacarle a la Ciudad Autónoma para compensar a otras jurisdicciones.

Los números son contundentes. Este año las 23 provincias argentinas recibirán 46.000 millones de pesos como subsidios nacionales para el transporte de pasajeros. Es una cuarta parte de lo que recibirá el Área Metropolitana de Buenos Aires, que embolsará 210.000 millones de pesos.

Va de nuevo: para quienes viven en la Ciudad Autónoma y alrededores se destinará cuatro veces lo del resto de los habitantes del país. El cuádruple de recursos concentrado en unos pocos kilómetros cuadrados, contra la inmensa geografía que va de Ushuaia a La Quiaca, de la Cordillera de Los Andes hasta el Mar Argentino. 

Uñac se lo planteó a Alberto Fernández en la visita del pasado 19 de mayo a San Juan. El presidente le dio vía libre para actuar en el Parlamento. Así se hizo. Pero el Poder Ejecutivo Nacional hasta ahora no había tenido ningún otro gesto. 

Todo lo contrario. Trascendió que el ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció en una reunión de Gabinete que se viene un recorte de subsidios al transporte, porque tiene que encajar las metas fiscales que le demanda el Fondo Monetario Internacional. La pregunta siguiente sería: ¿eso que le sacarán al AMBA irá como alivio para el resto de las provincias o simplemente se lo ahorrará Nación? Hay olor a esto segundo.

Ayer ante los senadores, Manzur reconoció que hay una disparidad entre lo que se lleva el AMBA y lo que se llevan las provincias. Pero destacó que hubo una mejora importante en los subsidios con relación a lo que había dejado el gobierno de Mauricio Macri. En tres años los aportes de Nación al transporte del interior creció de 6.000 a 46.000 pesos. Sigue siendo insuficiente. Y brutalmente injusto si se compara con los 210.000 pesos que recibe el AMBA.

El centralismo sale otra vez a la cancha. No fue título de tapa el paro de colectivos que dejó a millones de usuarios sin servicio hace un par de semanas, sencillamente porque no sucedió en Buenos Aires. Tampoco fueron título de tapa los sucesivos aumentos de tarifa en el interior del país. Pero llegó la hora indicada y los anticuerpos se activaron. El 'tarifazo' para los porteños no será tal. Un aumento de apenas 7 pesos es insignificante. Un boleto inicial que pasará de 18 a 25 pesos seguirá siendo ínfimo en comparación con el resto de la república.

Pero hay otro dato adicional, no menor: el área metropolitana tiene servicios alternativos como el subterráneo e incluso el ferrocarril. Todos tienen tarifas contenidas por subsidios nacionales y está muy bien que así sea. En todo el mundo los Estados facilitan el uso del transporte público. Provincias como San Juan dependen exclusivamente de los colectivos.

La federación que nuclea a los empresarios de colectivos, FATAP, anunció un paro -un lock out, en realidad- para el próximo lunes, por la demora en las transferencias de Nación. San Juan tendrá servicio absolutamente normal. Pero la espada de Damocles siempre estará colgando. La única manera de darle un corte definitivo a esta situación sería cortar la torta nuevamente, igualando las porciones con criterio distributivo de acuerdo a cantidad de usuarios. No siempre con la vista puesta en el Obelisco.


JAQUE MATE