JAQUE MATE
Las acciones del bloquismo, en rojo
La derrota de la alianza con el justicialismo luego de 20 años golpeó fuerte al partido provincial. Rueda tantea acuerdos para 2025 contrarreloj para detener el achicamiento.Que tienen tres diputados vitales para colaborar con la adhesión al RIGI. Que gobiernan dos municipios, uno de los cuales es estratégico por la minería. Que tienen un padrón de 30.000 afiliados y dirigentes en cada rincón de la provincia, como ninguna otra fuerza política excluyendo al PJ. Todos estos argumentos desplegó el presidente del bloquismo, Luis Rueda, para revaluar las acciones de su partido, tan castigado como el peronismo.
Al bloquismo le pegó fuerte la derrota de 2023. Perdió el municipio de Angaco, aunque logró retener Zonda e Iglesia. También perdió su banca en el Congreso Nacional luego de 16 años ininterrumpidos de Graciela Caselles en la Cámara Baja.
Pero el golpe más duro fue, seguramente, la salida de Rueda de la oficina privada del gobernador.
Bajo el ala de Sergio Uñac, Rueda creció a punto tal de convertirse en una suerte de control aduanero. Para llegar al mandamás, primero había que pasar por el bloquista. Para los justicialistas, siempre fue una incomodidad. Un sapo imposible de digerir.
Para los correligionarios -al menos los más cercanos a Rueda- fue una primavera. Pero el calor del poder se fue enfriando a partir de la derrota del 2 de julio del año pasado hasta la despedida el 10 de diciembre. Asimilar el final de ciclo no fue fácil.
Este miércoles en Banda Ancha, Rueda dejó un mensaje que podría sintetizarse con una frase de GPS: 'recalculando'. El bloquismo que vio derrumbarse la cotización de sus acciones, entró en una fase de sondeos para cerrar algún acuerdo que lo vuelva a posicionar en 2025.
Será una parada difícil para ellos. En un escenario de tercios, el aporte bloquista puede ser útil. O no. Todo dependerá de la habilidad que tengan para volver a cotizar en el mercado de la política. Les queda la estructura. ¿Votos también?
Lo peor que le podría suceder al bloquismo es quedar aislado y librado a su suerte, más aún en una elección de carácter nacional. Por lo tanto, la cuestión de las alianzas potenciales será prioridad. O lo es desde ahora.
Rueda sostuvo que el diálogo político con el justicialismo hoy no existe más. ¿Será tan así? Sin embargo, tal afirmación resulta imprescindible para habilitar el contacto con los nuevos oficialismos.
Si algo tuvo el bloquismo, históricamente, fue su pragmatismo. Léase: vocación de entenderse con el gobierno de turno.
Claramente, al PJ hoy le toca rearmarse como oposición. El partido de los hermanos Cantoni y de Don Leopoldo Bravo tuvo la habilidad de pactar con el mismísimo Juan Domingo Perón cuando fue presidente, pero también con los gobiernos de facto, con Raúl Alfonsín, con Carlos Menem, con Fernando De la Rúa, con Eduardo Duhalde, con Néstor y con Cristina. Amplio espectro, ¿verdad?
Que los fundamentos ideológicos de los hermanos Cantoni se den de patadas con el dogma libertario de Javier Milei no es impedimento para que Rueda ventile sus conversaciones con el diputado nacional José Peluc, referente inequívoco del presidente y, sobre todo, de Karina.
Mientras Caselles marchó contra la motosierra que sufrieron las personas con discapacidad, Rueda aceitó vínculos con la ola violeta. No hay un acuerdo en el horizonte ni nada que se le parezca, pero la estrategia visible es revalorizar al partido de la estrella.
Rueda dijo que el RIGI 'es una buena ley' y que 'algunas cosas que ha planteado Milei son buenas'. La impresión de ambas frases habrá volado rápidamente a Buenos Aires. ¿Hace falta alguna otra demostración de apertura?
No menos sugerente fue la respuesta sobre Marcelo Orrego. ¿Descartan un acuerdo electoral con el gobernador? 'No descarto nada?', contestó Rueda, interlocutor frecuente de Fabián Martín por compartir el ámbito legislativo.
El acercamiento eventual con Orrego puede resultar difícil, teniendo en cuenta que junto al gobernador hay funcionarios expulsados del bloquismo precisamente por haberse atrevido a militar en Juntos por el Cambio cuando el mandato era entregar a vida por el Frente de Todos.
Hay rencores de largo arrastre dentro del gobierno provincial, precisamente por esa historia reciente de disciplinamiento implacable.
Basta mencionar al subsecretario de Trabajo, Franco Montes; al vocal del Tribunal de Cuentas, Enrique Conti; o al coordinador de gabinete de Capital, César Aguilar, como tres referentes importantes que todavía esperan un pedido de disculpas públicas.
Por cierto, nada que la política no pueda arreglar.
JAQUE MATE