El intendente de Calingasta fue interpelado y habló de complicaciones financieras
El cuerpo de ediles le pidió respuestas a Sebastián Carbajal, en una sesión marcada por un clima de hostilidad entre el jefe comunal y los interpelantes.
El municipio de Calingasta atraviesa un escenario de creciente inestabilidad institucional. A tan solo 18 meses del inicio de la gestión del intendente Sebastián Carbajal, ya son al menos 12 los funcionarios que dejaron sus cargos, entre renuncias y despidos, en medio de un clima de desorganización y cuestionamientos.
Así fue que este miércoles, el Concejo Deliberante decidió interpelar al jefe comunal en una extensa y tensa sesión que dejó en evidencia los numerosos problemas administrativos que afectan al municipio. Los ediles reclamaron respuestas sobre contrataciones, demoras en el pago de sueldos, condiciones del corralón municipal, donde incluso se habló de presencia de animales, la remodelación del museo arqueológico y la entrega incompleta o tardía de expedientes clave para la función de contralor del cuerpo legislativo.
Uno de los puntos más sensibles fue la situación del área de Ganadería, que estuvo a cargo de Nicolás Segovia, cuya gestión fue especialmente cuestionada por audios que se viralizaron, en los que presuntamente hacía referencia a un conocido con acciones para evitar un proceso administrativo dentro del municipio. También se puso el foco en las constantes modificaciones del organigrama de funcionarios, que, según los concejales, se realizan sin aviso formal ni justificación clara.
Carbajal, por su parte, defendió su administración y aseguró que muchos de los informes requeridos fueron efectivamente elaborados, pero no llegaron al cuerpo deliberativo. Justificó algunas demoras con el argumento de que “muchos expedientes no superan los cinco días de retraso” y explicó que la negativa a entregar 21 legajos de empleados se debió a que el pedido carecía de la precisión necesaria.
El intendente también atribuyó parte de las dificultades a la caída en la coparticipación, lo que según dijo, complica el funcionamiento financiero del municipio. A pesar de las críticas, sostuvo que se está trabajando en mejorar las condiciones laborales de los contratados y reiteró su intención de “dejar todo en regla para quien venga”.
La interpelación no solo puso en evidencia la fragilidad de la gestión Carbajal en la que la pérdida de funcionarios y la falta de respuestas parecen ser moneda corriente en Calingasta.