La vitivinicultura en caída libre
En poco más de 100 años, San Juan perdió 300 de los 396 establecimientos bodegueros existentes en 1910.
Una larga lista de históricos desaciertos podría explicar la caída en casi todos los índices de la Industria Vitivinícola Sanjuanina. El consumo de vinos per cápita sigue desplomándose, la exportación no logra mantener los mercados, la superficie cultivada cae un 16,3 % en 10 años y el aumento en los costos de producción deja escasa rentabilidad a los pequeños productores, quienes entregan los viñedos a negocios inmobiliarios.
En poco más de 100 años San Juan perdió 300 de los 396 establecimientos bodegueros existentes en 1910. Los números de la cosecha 2025 resultaron significativamente menores a los proyectados y la ubican en la más baja de los últimos 70 años, con una caída de 15 %. Desregulación y concentración de viñedos y bodegas parece ser la tendencia en una actividad que hace mucho dejó de ser la Industria madre para cederle el podio definitivamente a la minería.
Según los últimos datos del INV, la vitivinicultura va dejando de ser el motor productivo y cede cada vez más casilleros a otras actividades. Los datos surgidos del último “informe de superficie 2024” indican que la otrora “Industria madre” perdió en 10 años el 16,3 % de la superficie cultivada, mientras otras provincias como Salta, Chubut, La Pampa crecen a niveles vertiginosos en el mismo período.
Las mediciones confirman, por otra parte, la agonía de los pequeños productores: Los viñedos son cada vez más grandes y la producción queda en pocas manos: El promedio pasó de 5,8 en 1990 a 9,1 hectáreas en 2024. La tendencia se repite a nivel nacional: pocos productores con grandes extensiones .
En otro orden, el Syrah como varietal insignia de San Juan nunca logró reposicionase después de perder dos tercios de su producción a raíz de la enfermedad que atacó los cultivos. Algunos especialistas consideran que el varietal mantiene el interés de algunos productores, otros opinan que nunca debió ser elegido como bandera. Hoy por hoy es el último en el “Top Four” de las vides más cultivadas, detrás de la uva cereza que lidera el ranking con el 24,5% del total, la Flame Seedless y el Malbec.
Lo cierto es que San Juan y Mendoza van cediendo exclusividad progresivamente como provincias productoras y ya son 20 las jurisdicciones que apuestan a la producción y elaboración de vinos. Las últimas en sumarse de la mano del creciente interés por el enoturismo son Chubut, Jujuy, Santiago del Estero, Entre Ríos, Tucumán, Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe, Córdoba y Santa Cruz.
Por ahora tienen escasa superficie cultivada, pero en algunas provincias como Santiago del Estero, San Luis y Santa Fe hay un 100 por ciento de viñedos destinados a elaboración de Alta Calidad Enológica (ACE). San Juan es la última en ese ranking, con el 53 %.
Desde el Ministerio de Producción destacan, sin embargo, un ranking que sí lidera San Juan: El de la diversificación. Es la Provincia que más diversifica su producción de uva, seguida de La Rioja. El 70,6 % del total corresponde a variedades aptas para la elaboración de vinos o mosto, y casi el 30 por ciento para consumo en fresco y pasas. Según algunos productores, este año crecerá el destino a mosto y seguirá descendiendo el porcentaje destinado a elaboración de vino.
El pronóstico de cosecha realizado inicialmente por el INV sobre un crecimiento en torno al 10 % se transformó en una baja del 15 % peronóspora, falta de riego y granizo mediante. Hasta el 27 de abril pasado hay en san juan 367 mil kilos de uva, siendo elaborados por 98 bodegas. Hace 10 años los kilos fueron 560 mil.
Solamente el año pasado fueron dados de baja 308 viñedos, que representan 2.220 hectáreas que ya no producirán más.
Un capítulo aparte merece la falta de acción tanto privada como pública para hacer crecer el enoturismo. Mendoza, Salta y hasta Córdoba nos sacan amplias ventajas en la materia. En algunos casos esa actividad deja más dinero que el vino en sí mismo. La sommelier Myrian Pérez comentó en su página que los cordobeses transformaron a su ínfima zona vitivinícola en la tercera más visitada en términos de esta industria, luego de Mendoza y Salta. (Hay estadísticas a nivel mundial que indican que más del 50 por ciento de los viajeros del mundo buscan turismo del vino).
Acá intentamos fomentar el turismo mostrando fotos de gente linda copa en mano, pero en la mayoría de los restaurantes no saben sugerir y vender el vino sanjuanino. Tampoco pueden ofrecer una copa de algún varietal sin que implique comprar la botella.
“Nos decían que cuando se exportaran dos mil millones de dólares, el derrame iba a caer sobre los productores. Eso nunca sucedió. -explica el titular de Viñateros Independientes, Juan José Ramos. Tal como lo venimos diciendo desde hace 20 años, la vitivinicultura está en extinción”. Pidió Regulación y “Estado presente” para revertir la tendencia.
“Tenemos buena relación con el ministerio de la Producción, pero acá hace falta una política diferente si no el turismo enológico tendrá que hacer visitas guiadas por la ruta de las bodegas destruidas y los viñedos abandonados.”