Este lunes, en diálogo con Canal 13 San Juan, el analista político Marcelo Arancibia analizó la actitud del presidente Javier Milei durante el Tedeum patrio del 25 de mayo, donde no saludó a la vicepresidenta Victoria Villarruel ni al jefe de Gobierno porteño Jorge Macri, en un gesto que calificó como “un desprecio a las formas republicanas”.

Arancibia sostuvo que el comportamiento del mandatario no es aislado ni espontáneo, sino parte de una estrategia política premeditada: “Es un estilo fríamente calculado para dividir, reforzar el voto fanático y consolidar una narrativa de confrontación”, afirmó. A su vez, consideró que esta actitud desentona con el mensaje emitido durante la homilía por el arzobispo Jorge García Cuerva, quien llamó a la unidad y advirtió sobre el malestar social reflejado en la baja participación electoral y el uso tóxico de las redes sociales, lo que el papa Francisco definió como terrorismo digital: 

  • "La homilía le entró por un oído y le salió por el otro", sentenció Arancibia al respecto.

Apenas terminó el Tedeum, el presidente de la Nación subió la apuesta y publicó en X: ‘Roma no paga traidores’, justificando el desplante hacia Villarruel y Macri, ambos electos por el pueblo”.

Milei, por su actitud en el Tedeum: “Desprecia las formas republicanas”

El analista recordó que este tipo de gestos ya fueron protagonizados por otras figuras políticas en el pasado y que “no hacen más que dañar la calidad institucional”. Comparó la escena con el rechazo de Cristina Kirchner a participar del traspaso de mando con Mauricio Macri en 2015, y advirtió que la falta de respeto a los símbolos republicanos y al protocolo presidencial también afecta la investidura: “El bastón y la banda presidencial no determinan la economía, pero sí representan la unidad nacional. Al no respetar su investidura, el presidente manda un mensaje demagógico, como si quisiera mostrarse como un hombre común, pero eso socava el sentido institucional”.

Arancibia fue más allá y anticipó que el oficialismo podría reaccionar con ataques hacia el arzobispo García Cuerva, como ya lo ha hecho en otras ocasiones con voces críticas. En ese sentido, recordó que durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, el Tedeum se trasladó del histórico escenario de la Catedral Metropolitana a otras provincias, por los roces con el entonces cardenal Jorge Bergoglio

  • “Después tuvieron que peregrinar a Roma para pedirle perdón. Milei también lo hizo: primero trató al Papa de representante del maligno en la Tierra, y después fue a besarle el anillo”, remarcó.

Finalmente, el analista advirtió que la actitud presidencial pone en riesgo la convivencia democrática y el respeto hacia los mensajes religiosos: “La paz y la hermandad son pilares fundamentales de todas las religiones. El presidente no se comporta con ninguna de estas sabidurías espirituales, que hoy por hoy siguen siendo mayoritarias en el mundo”.

El rol y enfrentamiento con la Iglesia Católica del gobierno nacional