La Corte Suprema de Justicia se encuentra cerca de emitir un fallo clave sobre la condena por corrupción a Cristina Fernández de Kirchner, y la noticia ha vuelto a encender el debate político y social en todo el país. En San Juan, Canal 13 consultó a vecinos y vecinas de distintos barrios para conocer cómo viven esta definición judicial que involucra a una de las figuras más influyentes de la política argentina.

Las respuestas fueron tan diversas como sinceras: desde quienes creen que "no va a pasar nada" hasta los que piden una condena ejemplar, pasando por personas que admiten desconfianza en la política o que directamente priorizan otras preocupaciones cotidianas.

Yo creería que sí importa, sobre todo para los peronistas. Pero no va a pasar nada, como ha pasado siempre”, comentó un vecino, reflejando el escepticismo que reina en buena parte de la población. Otro fue más directo: “No le van a hacer nada a ella, es lo que pensamos nosotros”.

Una mujer, al ser consultada, se excusó: “Yo con la política no cuadro, así que disculpen”, dejando en claro una actitud de desconexión con el tema, cada vez más común en un escenario marcado por la crisis económica.

Por otro lado, hay quienes sí siguen el caso con atención. “Estamos pendientes. Pasaron muchas cosas que perjudicaron a muchos argentinos”, expresó una vecina. Otro opinó que, si bien no es lo que más preocupa hoy, “sí interesa saber qué va a pasar, aunque no es algo que me tenga en alerta todo el tiempo”.

Un sanjuanino fue más enfático: “Ha hecho bastantes cosas malas. Sería correcto que la condenen, para que otros políticos aprendan”. En esa línea, otro destacó que “la Justicia debe prevalecer”, aunque reconoció que no tiene una postura definida sobre la culpabilidad de CFK.

También hubo quienes, pese a las causas judiciales, siguen viendo a la expresidenta como una figura política fuerte. “Ella sabe más que Milei. Habrá robado, pero mi familia estuvo mejor cuando ella gobernaba. La escucho hablar y me convence”, admitió una mujer.

En tanto, otros apelan a la resignación o la espiritualidad ante un escenario político que sienten lejano: “Uno como no está en la política, no puede decir ni sí ni no. Dios solo puede decir todo, creo”, opinó una vecina con voz serena.

Un punto común entre varios testimonios fue que, más allá del impacto institucional de un posible fallo, la gente está más enfocada en el presente económico. “No creo que la mayoría esté tan atenta. Están más preocupados por el consumo, los precios, el día a día”, resumió un joven.