Juan José Ramos, presidente de la Asociación de Viñateros Independientes de San Juan, advirtió en Canal 13, sobre la delicada situación que atraviesan los productores locales debido al impacto de las tarifas energéticas y la escasa eficiencia en el uso del agua. "Hoy, con las tarifas que tenemos, un chacarero que tiene que regar con agua subterránea no da los costos. Son millonarias las facturas de energía que le llegan", afirmó.

El referente del sector explicó que alrededor del 30% de la superficie cultivada en la provincia se riega exclusivamente con agua subterránea, lo que representa un gasto 20 veces mayor al de quienes se abastecen con agua de los ríos. “Hacer una perforación cuesta, como mínimo, 100 mil dólares. Y una vez realizada la inversión, el productor tiene que afrontar un costo elevadísimo por bombear esa agua. Es una situación insostenible”, detalló.

Ramos también denunció que los viñateros que dependen de este tipo de riego no tienen representación en las juntas de riego. “Es como si fuéramos la oveja negra del sistema. No se nos tiene en cuenta, a pesar de que una parte importante de la producción se sostiene gracias al agua subterránea”, remarcó.

La situación se agrava en el contexto de sequía que atraviesa la provincia. “No se han llenado los diques, y los que generamos energía con ellos no vemos una reducción en nuestras tarifas. Generamos energía pero no se suma a bajar el costo del uso agrícola o industrial”, expresó el dirigente.

En números concretos, Ramos precisó que actualmente hay cerca de 1.200 pozos funcionando en San Juan, lo que implica una potencia equivalente a un motor de 100 mil HP, capaz de bombear unos 30 metros cúbicos por segundo. "Estos datos, que la mayoría de la población desconoce, deberían ser parte de un debate urgente sobre el uso eficiente y justo del agua", sostuvo.

Desde la asociación, también cuestionaron el sistema de tarifas eléctricas en el país: “La generación está concentrada en no más de diez empresas que obtienen enormes ganancias. Nunca se ha establecido con claridad cuál es el costo real de producir energía. Eso debería transparentarse para fijar tarifas razonables que nos permitan competir”.

La crisis no solo afecta al agro. Ramos mencionó que la industria, el comercio y el turismo también sufren las consecuencias. “Hemos hecho inversiones en zonas como el Dique Ullum y no pueden aprovecharse porque los embalses están muy por debajo de la cota. Es una pérdida generalizada”.

Para revertir la situación, el dirigente propuso tecnificar el sistema de riego: “Tenemos que pasar del canal abierto a la cañería. Entubar, presurizar y usar el agua como lo hacen en Europa. Hoy seguimos con canales antiguos y la monda ya quedó corta. Si vamos a hablar de grandes obras como un túnel multimillonario, primero pensemos en lo prioritario: sin agua, no hay actividad económica”, concluyó.