Aseguran que no hay casos de Síndrome Urémico Hemolítico en San Juan

En el marco de las tareas de promoción y prevención de la inocuidad alimentaria, se han adoptado varias medidas para para preservar la calidad de los alimentos, prevenir la contaminación cruzada de los mismos, y evitar daños a la salud.

Esas medidas se traducen en que, por tercer año consecutivo, la provincia no presente casos de Síndrome Urémico Hemolítico en la sexta semana epidemiológica. Eso representa cifras altamente significativas, comparadas con estadísticas de años anteriores (en el 2016 presentó, solo, 2 casos) y números nacionales.

Desde el año 2012 se masificaron en el territorio sanjuanino los cursos de Manipulación de Alimentos para todos los agentes que elaboran comida en confiterías, restaurantes, puestos callejeros, parripollos, público en general, etc. La certificación otorgada, tras los cursos, es requisito obligatorio para la instalación y habilitación de estos lugares, por parte del ministerio de Salud Pública.

Es decir que todo puesto de comida instalado en San Juan debe contar con personal idóneo y capacitado en el manejo higiénico-sanitario y bromatológico de los comestibles.

Los cursos son dictados por la División Alimentos, dependiente del Departamento de Medicina Sanitaria del ministerio de Salud Pública.

“La idea principal de las capacitaciones es instruir a los manipuladores sobre buenas prácticas y prevención de enfermedades transmitidas por alimentos. También lograr que los lugares de venta de comidas sean ambientes seguros” explicó el doctor Roque Elizondo, a cargo del departamento de Medicina Sanitaria.

El funcionario destacó que esta política gubernamental de profundizar la capacitación para los trabajadores gastronómicos de San Juan, fue avalada por la ministro de Salud, Alejandra Venerando, quien sugirió que no se puede correr riesgo con la salud de la población. “Hay que ultimar todos los detalles cuando se trata de evitar enfermedades como el Síndrome Urémico hemolítico (S.U.H)” sostuvo la titular de la cartera sanitaria provincial.  

Esta enfermedad es grave, en ocasiones, puede causar la muerte por consumir alimentos mal cocidos, como la carne. También la leche sin pasteurizar, aguas contaminadas u otros vegetales que se ingieren crudos o mal lavados. Además se puede producir el contagio de persona a persona por prácticas higiénicas inadecuadas.

El ministerio de Salud estipula que la incidencia de ésta patología ha bajado considerablemente en la provincia por la obligatoriedad en la realización de los cursos, lo que implica que los manipuladores de alimentos estén más capacitados y sea mínimo el riesgo que se corra en la confección de productos alimenticios.