DÍA DE LOS TRABAJADORES

El deseo de independencia pudo más y apostaron por otra economía

Tres trabajadores de la Economía Social, Popular y Solidaria contaron cómo es vivir de lo que aman y entre compañeros.
sábado, 1 de mayo de 2021 · 20:55

Verónica, Virginia y Alberto son tres trabajadores de distintos rubros unidos por la independencia y empatía de la Economía Social, Popular y Solidaria. En el día del trabajador, compartieron su amor y dedicación con Canal 13.

El jugo familiar

Hace más de diez años que Virginia Montero junto con su esposo e hijos inició un emprendimiento familiar: producir jugo natural. El proyecto comenzó por una mala experiencia que tuvo en una empresa. Le disgustaba la falta de empatía de la parte privada y se decidió por la independencia.

Pertenece a la Asociación Divinas Artesanías, donde “se transita en esta forma de trabajo común y asociado, con mucha solidaridad en el medio que nos permite llegar a más lugares, ventas y más gente para apoyarla a que siga con su emprendimiento”. Con el tiempo pudo ponerse un negocio en su casa, pero la calle y las ferias siguen siendo el lugar preferido de su familia para vender.

Su alma es social, popular y solidaria: “Hemos crecido mucho pero seguimos manteniendo la idea de que es un emprendimiento familiar donde trabaja toda la familia. Recorremos la provincia llevando nuestro jugo. Vamos a otras ferias con otros artesanos y productores”. Pertenece a esta economía porque “se caracteriza por la empatía”.

“Con el correr de los años, de encontrarnos con gente y cruzar saberes me enseñó a crecer como persona, me ayudó más a mi economía, por eso me considero trabajadora de la Economía Social y Solidaria”, explicó Verónica. Confía plenamente en la posibilidad del trabajo colectivo, por lo que su otra bandera es la venta de productos locales en su negocio. De esta manera se ayuda los productores sanjuaninos y defiende su trabajo.

El abuelo y las abejas

Alberto Cortez tuvo un abuelo que le inculcó la cultura del trabajo que le guste y gracias a él encontró su pasión: la apicultura. Las abejas llamaron siempre su atención hasta que un día optó por formalizar ese gusto que de solo verlas. Empezó a hacer cursos y como hobbie tuvo su primera colmena.

Al tiempo esa unidad se convirtió en 10 colmenas, luego en 15 y finalmente en 200. El pasatiempo terminó por convertirse en su trabajo tan soñado como inesperado.

Su primer trabajo como apicultor fue con negocios privados, pero su experiencia negativa –precios elevados, deudas y estafas- le hicieron apostar por la Economía Social, Popular y Solidaria.

Encontró su lugar en las ferias y en el contacto con la gente. Lo que más disfruta de su trabajo es poder escuchar historias, vender productos de calidad y concluir el proceso de venta cara a cara. Lo que se lleva de su gran labor es la conciencia tranquila de ayudar al ambiente y el crecimiento como persona al conocer e intercambiar con sus clientes, que para él son amigos.

 

El telar de la vida de Verónica

El amor llegó a Verónica cuando tenía 14 años y una revista le enseñó a tejer el telar. Era uno de cartón, de primera. Pero Ahora, con 51, es experta en todo lo que tiene que ver con “materiales nobles”.

Siempre se auto percibió como artesana, por lo que su experiencia en la Economía Social, Popular y Solidaria es nueva, “pero el artesano es parte de esta economía porque como todo el arte es una herramienta de transformación y un sustento”.

Ella sostiene que se puede vivir de un emprendimiento, pero solo con apoyo. “Hemos tenido reconocimiento como artesanos urbanos, pero cuesta nuestra aceptación en forma de exponer”, aseguró y marcó que lleva una lucha junto con otros trabajadores para que los dejen volver a vender sus productos en la peatonal Domingo Faustino Sarmiento.

Mientras su pelea por el lugar está cuesta arriba, enfrenta la crisis desde su taller y con solidaridad. “Lo que lo hace popular y solidario es cómo nos manejamos entre todos, en ferias, plazas o calles, la solidaridad que hay entre nosotros es impresionante. Casi todos somos autodidactas, no hemos ido a ninguna escuela para aprenderlo asi que aprendemos entre nosotros y compartimos”, comentó Verónica.