Una histórica lomoteca de Concepción dijo adiós tras la muerte de su dueño

Un rincón de la historia rica de Concepción cerró sus puertas a mediados de septiembre. Quienes en los 90’ y 00’ querían disfrutar de un sabroso lomo en la zona de Concepción sabían que la magia de la cocina se encontraba en este icónico lugar que supo albergar parroquianos fieles devotos de la Virgen, futboleros y amantes del buen gusto culinario.

 Lomos El Padrino dijo adiós porque su dueño, don Miguel Ángel Vergara falleció el pasado domingo 18 de septiembre, último día en que este histórico comercio permaneció abierto por más de 40 años. Un ACV fulminante le quitó la vida, y con ella, la de esta lomoteca que hasta el último día deleitó a sus clientes con uno de los mejores lomos de San Juan, y seguramente con uno de los mejores de Concepción según las reseñas de los capitalinos de esta zona.

César, el hermano de Miguel Ángel, se acercó a la puerta del local donde supo estar la lomoteca para contarle a Diario 13 un poco de la atesorada historia.

Al principio de su relato, una leve sonrisa dejó atrás el gesto triste con el que recibió a este medio. Lógico, hace apenas unos días había perdido a su hermano. César empezó contando que uno de los icónicos lugares de Concepción vio la luz cerca de 1980. Su fundador, quien alquiló el local y emprendió la empresa, fue don Alfredo Vergara.

Justamente este emprendedor sanjuanino fue quien comenzó con lo que después serían más de 40 años de historia en esta zona de Capital. Don Alfredo tenía bien claro que su proyecto de local albergaría en su zona de parquizado a una mezcla de comensales y artistas que deleitarían los oídos de estos clientes.

Así fue que las peñas en Lomos El Padrino a principios de los 80’ dieron vida a la casi esquina de Tucumán y Juan Jufré. Artistas como Los Manantiales, Roberto Fredes, El Trío Santa Cruz y el humorista ‘El Cumpita’ pasaron por el humilde, pero no menos importante, escenario del lugar.

Fue en 1988 que Lomos El Padrino se reconvirtió hasta lo que muchos sanjuaninos conocieron hasta septiembre del 2022. Como don Alfredo tenía otros locales, le cedió este a su hermano Miguel Ángel, y fue ahí donde dejando de lado las peñas empezaron a darle un toque más de lugar de comidas rápidas, con su especialidad marcada en los lomos. ‘Uno de los más ricos de la provincia’, según afirmó uno de los sobrinos de los hermanos Vergara.

Este local ubicado casi en una esquina, y enfrente de la Iglesia de Concepción se volvió un pedazo de historia de la localidad capitalina. Nadie de los alrededores puede ignorar la existencia de este local, que cada 8 de diciembre se llenaba de fieles devotos de la Virgen, que ‘luego de la mística de la fiesta patronal daban paso a la mastica’, como contaron entre risas algunos antiguos clientes de la lomoteca.

Lomos El Padrino ganó mucha notoriedad cuando empezó a pasar los Superclásicos, en tiempos donde el fútbol se veía codificado. Los Boca-River o River-Boca eran motivo de que el local explotara. Y ni hablar cuando San Martín ascendió a primera por primera vez allá por el 2007. Esos partidos del Verdinegro en la elite del fútbol nacional tenían a muchos hinchas amuchados en las mesas de la lomoteca. ‘Eran tiempos en los que podían se iban al centro a ver el partido, pero muchos que no podían hacer eso se acercaban a Lomos El Padrino y lo veían mientras comían y tomaban’, contó César.

 ‘Yo trabaje muchos años en la cocina con Miguel, atendía las mesas, con mis hijos le ayudábamos a pasar los partidos. Mis chicos le ayudaban a cobrar las entradas. Cuando subió San Martín a primera empezaron a pasar los partidos y yo venía a ayudarlo a vender las bebidas’, rememoró también su cuñada Sandra.

La cuñada de Migue Ángel, y una de las mozas y cocineras contó que por el lugar pasaron muchos cocineros entre los que recordó al pasar a Nena, Cora, Beto y Lito. Este último, un primo del dueño que hace años murió.

 ‘El siempre a sus empleados los trataba bien. Igualmente, a los clientes con los que tenía adoración. Por ahí nos retaba a nosotros cuando nos mandábamos alguna. El nos decía siempre que el cliente siempre tiene la razón’, recordó Sandra.

César contó a Diario 13 que los hijos de su hermano Miguel Ángel no quisieron continuar dándole vida a la lomoteca, argumentando que ya tienen sus propios proyectos. De esta manera, él y su familia decidieron no seguir alquilando el local que por más de 40 años brilló en este rincón de Capital. 

‘Desgraciadamente todo principio tiene un fin’, expresó al borde de las lágrimas César recordado los años mozos de Lomos el Padrino, en donde su esposa y sus hijos le daban una mano a Miguel Ángel con la gran cantidad de gente que se congregaba en este histórico local para deleitarse con los mejores platos de Concepción.